Los trastornos que afectan a los pulmones y las vías respiratorias se denominan enfermedades respiratorias o pulmonares. Entre los síntomas más frecuentes de las enfermedades pulmonares se encuentran los siguientes
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Dificultad respiratoria (disnea)
Con menor frecuencia, la obstrucción de las vías respiratorias entre la boca y los pulmones da lugar a un sonido semejante a un quejido al respirar (estridor). Algunas enfermedades pulmonares pueden producir expectoración de sangre (hemoptisis), una coloración azulada de la piel debida a la falta de oxígeno en sangre (cianosis), o dolor torácico. La enfermedad pulmonar prolongada incluso puede causar cambios en otras partes del cuerpo, como hinchazón de los tobillos o dedos de las manos en palillo de tambor.
Algunos de estos síntomas, sin embargo, no siempre se deben a un problema respiratorio. Por ejemplo, el dolor torácico también puede ser consecuencia de un trastorno cardíaco o gastrointestinal, y la falta de aire puede ser causada por un problema cardíaco o hematológico.