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Cómo coagula la sangre

Por

Michael B. Streiff

, MD, Johns Hopkins University School of Medicine

Revisado/Modificado oct. 2023
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Datos clave
Recursos de temas

La hemostasia es la forma en la que el cuerpo detiene la hemorragia de los vasos sanguíneos lesionados. La hemostasia es la coagulación de la sangre.

  • Tener demasiado poca coagulación puede causar un sangrado excesivo debido a lesiones menores

  • La coagulación excesiva puede obstruir los vasos sanguíneos que no sangran

Una anomalía en cualquier parte del sistema que controla el sangrado (hemostasia) puede producir una hemorragia excesiva Hematomas y sangrado Los moretones o el sangrado después de una lesión son normales (véase también Cómo se coagula la sangre). Sin embargo, algunas personas sufren trastornos que les causan hematomas o sangrado... obtenga más información Hematomas y sangrado o una coagulación excesiva Coagulación excesiva La coagulación excesiva (trombofilia) es un trastorno en el cual la sangre coagula con demasiada facilidad o de forma excesiva. El aumento de la coagulación sanguínea puede deberse a trastornos... obtenga más información , siendo ambas situaciones peligrosas. Cuando la coagulación es deficiente, incluso una pequeña lesión sobre un vaso sanguíneo puede causar una hemorragia grave. Por el contrario, en presencia de una coagulación excesiva, los vasos sanguíneos de pequeño calibre (en puntos anatómicos críticos) pueden obstruirse con coágulos. La obstrucción de vasos en el cerebro puede causar accidentes cerebrovasculares Introducción a los accidentes cerebrovasculares El accidente cerebrovascular (ictus) ocurre cuando una arteria que va al cerebro se obstruye o se rompe, produciendo la muerte de un área del tejido cerebral provocada por la pérdida de irrigación... obtenga más información , y la obstrucción de los vasos que se dirigen al corazón puede causar infartos Síndromes coronarios agudos (ataque al corazón, infarto de miocardio, angina inestable) Los síndromes coronarios agudos se deben a la oclusión súbita de una arteria coronaria. Esta oclusión puede causar una angina inestable o un infarto de miocardio (ataque cardíaco), según la... obtenga más información Síndromes coronarios agudos (ataque al corazón, infarto de miocardio, angina inestable) . Los coágulos de las venas de las piernas, de la pelvis, o del abdomen pueden viajar a través del torrente sanguíneo hasta los pulmones y allí obstruir las arterias principales (embolia pulmonar Embolia pulmonar (EP) La embolia pulmonar (EP) es la obstrucción de una arteria del pulmón (arteria pulmonar) por una acumulación de material sólido transportado a través del torrente sanguíneo (émbolo), generalmente... obtenga más información ). El organismo posee mecanismos de control para limitar la coagulación y disolver los coágulos que ya no se necesitan.

La hemostasia comprende tres procesos principales:

Coágulo sanguíneo: taponando las grietas

Cuando una lesión ocasiona una rotura de la pared de un vaso sanguíneo, las plaquetas se activan. Cambian de forma, de redondeada a espinosa, se adhieren entre sí a la pared rota del vaso, y empiezan a taponar la grieta. También interaccionan con otras proteínas de la sangre para formar fibrina. Las hebras de fibrina forman una red que atrapa más plaquetas y otras células sanguíneas, produciendo un coágulo que tapona la rotura.

Coágulo sanguíneo: taponando las grietas
Coágulo sanguíneo: taponando las grietas
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Factores de los vasos sanguíneos

Si se lesiona un vaso sanguíneo, este se contrae para que la sangre fluya de manera más lenta y pueda iniciarse el proceso de la coagulación. Simultáneamente, la acumulación de sangre en el exterior del vaso sanguíneo (el hematoma) presiona el vaso, contribuyendo así a evitar una pérdida de sangre adicional.

Factores de las plaquetas

En cuanto se lesiona la pared del vaso sanguíneo, una serie de reacciones activan las plaquetas Plaquetas (trombocitos) Los principales componentes de la sangre son Plasma Glóbulos rojos (eritrocitos) Glóbulos blancos (leucocitos) Plaquetas (trombocitos) obtenga más información Plaquetas (trombocitos) de forma que se adhieren al área lesionada. El «pegamento» que sujeta las plaquetas a la pared del vaso sanguíneo es el factor von Willebrand, una proteína grande producida por las células de la pared del vaso sanguíneo. El colágeno y la trombina son unas proteínas que actúan en el lugar de la lesión para ayudar a que las plaquetas se adhieran entre sí. A medida que las plaquetas se acumulan en el foco de lesión, forman una malla que sella la herida. Las plaquetas cambian su forma, de circular a espinosa, y liberan proteínas y otras sustancias que atrapan más plaquetas y proteínas de la coagulación (factores), lo que da origen a un tapón cada vez más grande que se convierte en un coágulo de sangre.

Factores de coagulación de la sangre

La formación del coágulo también implica la activación de una secuencia de factores de la coagulación, que son proteínas producidas principalmente por el hígado. Existe más de una docena de factores de coagulación de la sangre. Interactúan en una complicada serie de reacciones químicas que finalmente generan trombina. La trombina convierte el fibrinógeno (un factor de la coagulación que normalmente se encuentra disuelto en la sangre) en una serie de largos filamentos de fibrina que se proyectan desde el tapón de plaquetas y proteínas, formando una red que atrapa más plaquetas y glóbulos sanguíneos. Los filamentos de fibrina hacen que aumente el volumen del coágulo y ayudan a conservarlo en su lugar para mantener así selladas las paredes del vaso.

Detener la coagulación

Las reacciones que dan lugar a la formación de un coágulo sanguíneo están equilibradas por otras reacciones que detienen el proceso de coagulación y disuelven los coágulos tras la curación del vaso sanguíneo. De no ser por este sistema de control, lesiones menores de los vasos sanguíneos podrían desencadenar una coagulación diseminada a todo el organismo (algo que sucede en ciertas enfermedades) (ver Moratones y hemorragia Hematomas y sangrado Los moretones o el sangrado después de una lesión son normales (véase también Cómo se coagula la sangre). Sin embargo, algunas personas sufren trastornos que les causan hematomas o sangrado... obtenga más información Hematomas y sangrado ).

Fármacos y coágulos sanguíneos

Algunas personas presentan un riesgo elevado de formación de coágulos y reciben tratamiento dirigido a reducir este riesgo. Se pueden administrar fármacos que reducen la capacidad de adhesión de las plaquetas, con el fin de que no formen agregados que puedan obstruir los vasos sanguíneos. Aspirina (ácido acetilsalicílico), ticlopidina, clopidogrel, prasugrel, abciximab y tirofiban son ejemplos de fármacos que interfieren en la actividad de las plaquetas.

Otras personas con riesgo de formar coágulos de sangre siguen un tratamiento con un medicamento anticoagulante Anticoagulación La embolia pulmonar (EP) es la obstrucción de una arteria del pulmón (arteria pulmonar) por una acumulación de material sólido transportado a través del torrente sanguíneo (émbolo), generalmente... obtenga más información , una sustancia que inhibe la acción de las proteínas de la sangre llamadas factores de coagulación. Aunque a menudo reciben el nombre de medicamentos fluidificantes, en realidad los anticoagulantes no diluyen la sangre. Los anticoagulantes más utilizados son los dicumarínicos (como el acenocumarol y la warfarina), que se administran por vía oral, y la heparina, que se administra mediante una inyección. Los anticoagulantes orales directos inhiben directamente la trombina o el factor X activado, unas proteínas potentes necesarias para que se produzca la coagulación. Algunos ejemplos de anticoagulantes orales directos son dabigatrán, apixabán, edoxabán y rivaroxabán.

Las personas que toman warfarina o heparina deben estar bajo estrecha supervisión médica. El médico controla los efectos de estos medicamentos mediante un análisis de sangre que mide el tiempo que tarda el coágulo en formarse y ajusta la dosis en función del resultado de la prueba. Las dosis muy bajas pueden ser ineficaces para controlar la coagulación, mientras que las dosis muy altas pueden causar una hemorragia grave. Otros tipos de anticoagulantes, como una clase de medicamentos llamados heparinas de bajo peso molecular (como dalteparina, enoxaparina y tinzaparina) no requieren tanta supervisión. Las personas que toman anticoagulantes orales directos no requieren pruebas de laboratorio frecuentes de coagulación.

Cuando en una persona ya se ha formado un coágulo sanguíneo, se puede administrar un fármaco trombolítico (fibrinolítico) para ayudar a disolverlo. Los fármacos trombolíticos, entre los que se encuentran la estreptoquinasa y el activador tisular del plasminógeno, a veces se utilizan para el tratamiento del infarto de miocardio y los accidentes cerebrovasculares causados por coágulos de sangre. Estos fármacos pueden salvar vidas, pero también pueden aumentar el riesgo de padecer hemorragias graves. La heparina, un fármaco utilizado para reducir el riesgo de formación de coágulos, a veces tiene un efecto activador no intencionado sobre las plaquetas, lo que aumenta el riesgo de coagulación (trombocitopenia inducida por heparina).

Los estrógenos, por sí solos o formando parte de los anticonceptivos orales, pueden tener un efecto no intencionado que también produce formación excesiva de coágulos. Ciertos fármacos utilizados para el tratamiento del cáncer (quimioterapia), como la asparaginasa, también incrementan el riesgo de coagulación excesiva.

NOTA: Esta es la versión para el público general. MÉDICOS: VER VERSIÓN PROFESIONAL
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