En la anemia por enfermedad crónica, la inflamación causada por una enfermedad crónica ralentiza la producción de glóbulos rojos y a veces reduce su supervivencia.
(Véase también Introducción a la anemia.)
Una enfermedad crónica es una enfermedad que dura 3 meses o más. En todo el mundo, la anemia de las enfermedades crónicas es el segundo tipo más común de anemia.
Las enfermedades crónicas cursan generalmente con anemia, sobre todo en personas mayores. Trastornos tales como infecciones, trastornos autoinmunitarios (especialmente artritis reumatoide), trastornos renales y el cáncer causan anemia de las enfermedades crónicas en la mayoría de los casos. La enfermedad crónica puede causar anemia de tres maneras:
Disminución de la producción de glóbulos rojos en la médula ósea
Disminuyen en la vida útil de los glóbulos rojos
Los problemas vinculados a la forma en la que el organismo utiliza el hierro.
Cuando existe inhibición de la producción de glóbulos rojos, en general, no suele ser grave; por ello, la anemia cursa lentamente y solo se hace evidente después de un tiempo.
Cuando hay un problema con la forma en que el cuerpo usa el hierro, la médula ósea es incapaz de usar hierro almacenado para crear nuevos glóbulos rojos.
Dado que la anemia por enfermedad crónica suele ser leve y de curso lento, generalmente no produce síntomas o bien son escasos. Cuando aparecen los síntomas (por ejemplo, fatiga, debilidad o palidez), se producen, por lo general, por la enfermedad causante de la anemia y no por la anemia misma.
Diagnóstico de anemia por enfermedad crónica
Análisis de sangre
No hay pruebas de laboratorio específicas para diagnosticar la anemia por enfermedad crónica, así que el diagnóstico se realiza por exclusión de otras causas de anemia. En personas que han recibido un diagnóstico de anemia de las enfermedades crónicas, los médicos pueden hacer análisis de sangre para diagnosticar el trastorno que causa la anemia.
Tratamiento de la anemia por enfermedad crónica
Tratamiento del trastorno que causa la anemia
Algunas veces, fármacos para estimular la producción de glóbulos rojos
Dado que no existe ningún tratamiento específico para este tipo de anemia, los médicos tratan el trastorno que la produce. Si no hay respuesta al tratamiento, se administra eritropoyetina o darbopoetina, fármacos que estimulan la médula ósea para producir glóbulos rojos. Normalmente, se administran suplementos de hierro cuando se usa eritropoyetina o darbepoietina, para asegurar que el cuerpo reaccione adecuadamente a estos fármacos. Los fármacos que estimulan la producción de glóbulos rojos (estimulando la eritropoyetina, la señal que desencadena dicha producción) no son tan útiles a menos que las reservas de hierro sean suficientes.
En algunas ocasiones, muy raras, en que la anemia se agrava, las transfusiones son beneficiosas.