La larva cutánea migratoria está causada por una especie de anquilostoma llamado Ancylostoma. Los anquilostomas son parásitos. Los parásitos son microorganismos que viven sobre otro organismo (el huésped) o en su interior y que dependen de dicho huésped para alimentarse y vivir. Esta especie de anquilostoma es un parásito porque durante una parte de su vida reside normalmente en los intestinos de perros y gatos y durante otra parte de su vida reside en la piel humana. Los huevos del parásito se excretan en las heces de los perros y de los gatos y se convierten en larvas cuando se quedan en el suelo o la arena calientes y húmedos. Las larvas maduran hasta adquirir una forma que puede penetrar en la piel cuando una persona camina descalza o toma el sol en suelos o arena contaminados.
La larva cutánea migratoria se encuentra en todo el mundo, pero es más común en entornos tropicales.
Desde el punto de entrada, por lo general los pies, las piernas, las nalgas o la espalda, la uncinaria o anquilostoma va cavando un surco y provoca una erupción marrón rojiza serpenteante, filiforme y abultada. La erupción produce un prurito intenso. También pueden presentarse pequeñas protuberancias y ampollas. A menudo, el rascado de las protuberancias o ampollas da lugar a una infección bacteriana cutánea.
Diagnóstico
Tratamiento
La infección remite por sí sola tras algunas semanas o meses, pero el tratamiento alivia el picor y reduce el riesgo de infección bacteriana que a veces resulta de rascarse. Un preparado líquido o en crema de tiabendazol aplicado sobre la zona afectada es muy eficaz para el tratamiento de la infección.
Algunas veces los médicos también administran albendazol o ivermectina por vía oral para matar los anquilostomas y curar la infección.