Hipertensión arterial en niños

(Hipertensión en niños)

PorBruce A. Kaiser, MD, Nemours/Alfred I. DuPont Hospital for Children
Revisado/Modificado dic. 2021 | Modificado oct. 2022
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La hipertensión arterial se define como una elevación continuada de la presión en las arterias.

  • Por lo general, la hipertensión en niños, como en los adultos, no tiene una causa identificable.

  • Durante la infancia, la mayoría de los niños con hipertensión arterial no presentan síntomas, si bien estos pueden aparecer más tarde.

  • Los médicos miden la presión arterial varias veces con un esfigmomanómetro (un manguito de goma blanda conectado a un bulbo de goma que se utiliza para inflar el manguito y un medidor que registra la presión del manguito) o, a veces, con un instrumento automático llamado oscilómetro

  • Si los niños tienen presión arterial elevada, los médicos a menudo solicitan pruebas para buscar posibles causas.

  • El tratamiento comienza por lo general con cambios en el estilo de vida, pero a veces se necesitan medicamentos.

Cuando se toma la presión arterial, se registran dos valores. el valor más alto refleja la mayor presión en las arterias, que se alcanza cuando el corazón se contrae (durante la sístole). El valor más bajo refleja la menor presión en las arterias, que se alcanza justo antes de que el corazón comience a contraerse de nuevo (durante la diástole). La tensión arterial se expresa como presión sistólica/presión diastólica, por ejemplo 120/80 mm Hg (milímetros de mercurio), denominado 120 sobre 80.

La hipertensión arterial a menudo comienza durante la infancia. En Estados Unidos, alrededor del 2 al 4% de los niños sufren hipertensión arterial. Entre otro 3 a 4% tiene una presión arterial cuyo valor se encuentra en el extremo superior de los normales. A nivel mundial, se estima que alrededor del 4% de los niños sufren hipertensión arterial. El porcentaje de niños con hipertensión arterial parece estar aumentando, probablemente porque cada vez hay más niños con sobrepeso u obesos.

En los niños menores de 13 años, los valores que se consideran altos varían según el sexo, la edad y la altura. Por lo tanto, no existe un valor umbral claro de la presión arterial que indique hipertensión arterial en todos los niños. Por el contrario, la presión arterial elevada se diagnostica si la presión arterial de un niño es igual o superior a la del 90% de los niños del mismo sexo, edad y estatura.

En los adolescentes (de 13 años o más), la presión arterial se clasifica como en los adultos:

  • Normal: presión arterial sistólica inferior a 120 y presión arterial diastólica inferior a 80

  • Elevada: presión arterial sistólica de 120 a 129 y presión arterial diastólica inferior a 80

  • Hipertensión en fase 1 (leve): 130/80 a 139/89)

  • Hipertensión en fase 2: 140/90 o más

El organismo posee muchos mecanismos para controlar la presión arterial. El cuerpo puede cambiar lo siguiente:

  • La cantidad de sangre bombeada por el corazón

  • El diámetro de las arterias

  • El volumen de sangre en el torrente sanguíneo

El corazón puede bombear mayor cantidad de sangre al hacerlo de forma más enérgica o más rápida, con el fin de aumentar la presión arterial. Las arteriolas pueden estrecharse, forzando a la sangre que proviene de cada latido cardíaco a pasar por un espacio más estrecho de lo normal. Dado que el espacio en las arterias es más estrecho, el paso de la misma cantidad de sangre por ellas aumenta la presión arterial. Las venas se pueden contraer para reducir su capacidad de retener sangre, lo cual fuerza la entrada de mayor cantidad de sangre en las arterias. Como consecuencia, se produce un aumento de la presión arterial. Los riñones pueden añadir más líquido al torrente sanguíneo excretando menos agua y sodio (sal). Como resultado, el volumen sanguíneo aumenta y, por lo tanto, la presión arterial aumenta a su vez.

Para disminuir la presión arterial, el corazón puede bombear con menos potencia o rapidez, las arteriolas y las venas pueden ensancharse (dilatarse) y los riñones pueden eliminar líquido y sodio del torrente sanguíneo.

Causas de la hipertensión arterial en niños

La presión arterial alta puede ser

  • Primaria (causa desconocida)

  • Secundaria (causada por otro trastorno, como un trastorno renal)

En los niños a partir de 6 años de edad, la hipertensión primaria es, con mucho, la causa más frecuente, sobre todo entre los adolescentes. En los niños menores de 6 años, especialmente los menores de 3 años, la hipertensión secundaria es más frecuente.

Hipertensión primaria

Aunque la causa es desconocida, la hipertensión primaria es más frecuente entre los niños que presentan los factores de riesgo siguientes:

  • Sobrepeso u obesidad (el factor de riesgo más importante)

  • Antecedentes familiares de hipertensión arterial

  • Sexo masculino

  • Ascendencia mexicano-estadounidense o afroamericana (en Estados Unidos)

  • Bajo nivel de actividad física

  • Cantidad excesiva de sal y calorías en su dieta

  • Bajo peso al nacer o parto prematuro

  • Factores de riesgo social como maltrato infantil, violencia entre miembros de la familia o inseguridad alimentaria y/o en la vivienda

  • Diabetes

El hecho de fumar tabaco o usar cualquier producto que contenga nicotina (como productos de vapeo) y la exposición pasiva al humo del tabaco también pueden contribuir a la hipertensión arterial.

Hipertensión secundaria

La hipertensión secundaria tiene una causa identificable. A veces, cuando se trata la causa, la presión arterial vuelve a la normalidad.

Las causas más frecuentes de la hipertensión secundaria en los niños son

Otras causas de hipertensión secundaria son

El estrés o el dolor tienden a hacer que la presión arterial aumente temporalmente y, por lo general, la presión arterial vuelve a la normalidad una vez finalizado el estrés o el dolor.

Otros trastornos que aumentan temporalmente la presión arterial son el consumo reciente de una bebida con cafeína, la actividad física reciente y la hipertensión de bata blanca, causada por el estrés producido por visitar un consultorio médico.

Síntomas de la hipertensión arterial en niños

Por lo general, la hipertensión arterial no causa síntomas en los niños. Normalmente, la hipertensión arterial causa síntomas solo cuando un órgano vital ya está dañado, lo que ocurre, por regla general, al cabo de unos pocos años después del aumento de la presión arterial.

Por lo tanto, los problemas debidos a la hipertensión arterial tienden a no desarrollarse durante la infancia.

Con muy poca frecuencia, la hipertensión arterial infantil daña gravemente órganos vitales debido a una emergencia hipertensiva repentina. Los órganos que pueden verse afectados son

  • Cerebro, que puede dar lugar a un deterioro de la función cerebral, con somnolencia, confusión, convulsiones e incluso coma

  • Corazón, que puede provocar insuficiencia cardíaca

  • Ojos, pudiéndose producir papiledema (hinchazón del nervio óptico) y sangrado en la retina

  • Riñones, pudiéndose producir insuficiencia renal

Si no se trata, una urgencia hipertensiva grave puede ser mortal.

Diagnóstico de la hipertensión arterial en niños

  • Medición de la presión arterial

  • A veces se realizan pruebas para identificar la causa

Dado que la definición de hipertensión arterial en los niños depende de la edad, el sexo y la estatura del niño, no existe un valor único que se considere elevado. En consecuencia, los médicos utilizan tablas que enumeran los diferentes valores para niños y niñas por edad y estatura. Estas tablas permiten a los médicos diagnosticar la hipertensión arterial y clasificar su gravedad.

Para asegurarse de que la hipertensión arterial no es una afección temporal (como puede ocurrir después del consumo de cafeína), los médicos miden la presión arterial al menos dos veces durante tres visitas separadas.

Para obtener lecturas más precisas, se mide la presión arterial después de que los niños se hayan sentado tranquilamente en una silla durante 3 a 5 minutos. Su espalda debe estar apoyada e, idealmente, sus pies deben estar sobre el suelo.

La presión arterial se suele medir con un esfigmomanómetro (un manguito de goma blanda conectado a un bulbo de goma que se utiliza para inflar el manguito y un medidor que registra la presión del manguito). Los profesionales de la salud se aseguran de que el manguito se ajuste al brazo del niño. El manguito se infla lo suficiente como para detener el flujo sanguíneo. Luego, el médico desinfla el manguito y utiliza un estetoscopio colocado sobre la arteria por debajo del manguito para escuchar el primer pulso y seguidamente el sonido de ausencia de circulación de la sangre (cuando el corazón se relaja, entre latidos). A veces, los médicos utilizan un instrumento llamado oscilómetro para medir la presión arterial en lugar de un esfigmomanómetro y un estetoscopio. El oscilómetro registra la presión arterial de forma automática y rápida. Si hay una anomalía, se mide de nuevo la presión arterial utilizando un esfigmomanómetro y un estetoscopio para confirmar la medición.

Los médicos recomiendan que la medición de la presión arterial comience cuando los niños tienen 3 años de edad. Si los niños pequeños presentan factores de riesgo para la hipertensión arterial (como sufrir un trastorno renal o cardíaco o haber nacido muy prematuramente), los médicos comienzan a medir la presión arterial lo antes posible y en cada visita del niño sano.

Si se diagnostica presión arterial moderadamente elevada, los médicos vuelven a controlar la presión arterial al cabo de 6 meses. Si la presión arterial sigue siendo elevada, se inician cambios en el estilo de vida, como una mejora en la dieta, más actividad física y pérdida de peso (si es necesario). Si la presión arterial se mantiene elevada durante los 6 meses siguientes, se puede facilitar al niño un monitor de presión arterial ambulatorio, si es posible, o bien se podría remitir al niño a un especialista. Un monitor de presión arterial ambulatorio es un dispositivo portátil que funciona con pilas, conectado a un manguito de presión arterial que se coloca en el brazo. Este monitor registra continuamente la tensión arterial durante todo el día y la noche a lo largo de un periodo de 24 horas. Las lecturas ayudan a los médicos a determinar si existe hipertensión arterial, con qué frecuencia se producen lecturas elevadas y su gravedad.

Si se diagnostica una hipertensión en fase 1, los médicos vuelven a controlar la presión arterial transcurridas 1 o 2 semanas. Si la presión arterial se mantiene en la fase 1, se realizan mediciones de presión en un brazo y en una pierna para ver si hay diferencia entre ellas, se realiza un análisis de orina y se recomiendan cambios en el estilo de vida. Los médicos vuelven a controlar la presión arterial transcurridos 2 o 3 meses y, si todavía está en la fase 1, el niño debe ser remitido a un especialista.

Si el niño recibe un diagnóstico de hipertensión en fase 2 o sufre hipertensión en fase 1 y síntomas, es remitido de inmediato a un servicio de urgencias o a un especialista para su posible hospitalización.

Medición de la presión arterial

Varios instrumentos pueden medir la presión arterial rápidamente y con pocas molestias. Por regla general se utiliza un tensiómetro (o esfigmomanómetro). Este dispositivo consiste en un manguito hinchable de caucho blando conectado a una pera también de caucho que sirve para inflar el manguito y un medidor que registra la tensión del manguito. El medidor puede ser un dial o bien una columna de vidrio llena de mercurio. La tensión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg) dado que el primer instrumento que se utilizó para medirla fue una columna de mercurio.

Cuando se utiliza un esfigmomanómetro, la persona se sienta con las piernas sin cruzar y la espalda apoyada. Tiene un brazo descubierto (si la camisa o la blusa está remangada, hay que cerciorarse de que no se oprime el brazo), que se mantiene doblado y descansado sobre una mesa de modo que esté más o menos al nivel del corazón. El manguito se coloca alrededor del brazo. Es importante utilizar un manguito que se adapte al tamaño del brazo. Si el manguito queda demasiado apretado, la lectura de la presión será demasiado elevada. Si el manguito queda demasiado suelto, la lectura será demasiado baja.

El médico, mientras ausculta con el fonendoscopio (estetoscopio) colocado sobre la arteria por debajo del manguito, aprieta la perilla para hincharlo hasta que comprime la arteria lo suficiente como para detener temporalmente el flujo de sangre, por lo general hasta una presión que es unos 30 mm Hg más alta que la presión sistólica habitual de la persona (la presión ejercida cuando el corazón late). Luego se deshincha poco a poco el manguito. La presión a la cual el médico comienza a escuchar un pulso en la arteria es la tensión sistólica. El manguito continúa deshinchándose y, en un momento dado, deja de escucharse el sonido de la sangre que fluye. La presión en este punto es la presión diastólica (la presión ejercida cuando el corazón se relaja, entre dos latidos cardíacos).

Se comercializan instrumentos para que las personas con hipertensión arterial puedan controlarse su presión arterial en el propio domicilio.

Los médicos también elaboran un historial médico, que incluye preguntas sobre los síntomas actuales del niño, la dieta (incluyendo la ingesta de sal, la ingesta de calorías en niños con sobrepeso, el consumo de cafeína y bebidas energéticas), el nivel de actividad y cualquier medicamento que el niño esté tomando. Para identificar afecciones que pueden estar causando o contribuyendo a la hipertensión arterial (factores de riesgo), los médicos preguntan si los miembros de la familia sufren trastornos que aumentan el riesgo de hipertensión arterial, como ciertos problemas renales o insuficiencia cardíaca. Los médicos tratan de determinar si el niño fuma tabaco o consume algún producto que contiene nicotina o bebe alcohol.

Se lleva a cabo una exploración clínica exhaustiva y análisis convencionales de sangre y orina. También se realizan pruebas para evaluar la función renal y para detectar el colesterol alto. Se pueden solicitar otras pruebas para detectar trastornos específicos basándose en la información de la historia clínica y la exploración clínica.

Prevención de la hipertensión arterial en niños

  • Reducción de peso

  • Ejercicio

  • Reducción del consumo de sal (sodio)

La obesidad (determinada por el índice de masa corporal [IMC]), la falta de actividad física y una dieta elevada en sal y/o calorías son factores de riesgo para la hipertensión arterial (y para la arteriopatía coronaria). Es decir, estos factores pueden contribuir a la hipertensión arterial o causarla. Por lo tanto, modificarlos puede ayudar a prevenir la hipertensión arterial.

Cada vez hay más niños con sobrepeso u obesidad. Una de las razones es que los niños pasan mucho tiempo frente a una pantalla. Los expertos estiman el siguiente número promedio de horas pasadas frente a una pantalla:

  • Niños de 8 a 10 años de edad: 6 horas al día

  • Niños de 11 a 14 años: 9 horas al día

  • Niños de 15 a 18 años: 7½ horas al día

Estos promedios incluyen solo el tiempo que se pasa frente a una pantalla de entretenimiento. No incluyen el tiempo que se pasa usando la computadora en la escuela con fines educativos o en casa para la tarea. Esta cantidad de tiempo frente a la pantalla se produce a expensas del ejercicio y, por lo tanto, contribuye al sobrepeso y la obesidad.

Cuando se pasa tanto tiempo mirando una pantalla, se dispone de menos tiempo para estar físicamente activo. Los expertos recomiendan

  • Para niños de 6 a 17 años de edad: de 30 a 60 minutos de actividad física entre moderada y vigorosa cada día o al menos de 3 a 5 días por semana

  • Para niños menores de 6 años: actividad física durante todo el día

El sodio aumenta la presión arterial. Cuando las personas consumen demasiada sal (sodio), el cuerpo retiene más líquido, lo que provoca un aumento de la presión arterial. En Estados Unidos, la mayoría de los niños consumen más sal de la recomendada. En Estados Unidos, se estima que los niños de 6 a 18 años de edad consumen unos 3300 miligramos de sodio al día, sin contar la sal de mesa. Los expertos recomiendan que los niños ingieran menos de 2300 miligramos de sodio al día, e incluso menos en el caso de niños menores de 13 años de edad.

Fumar tabaco o consumir cualquier producto que contenga nicotina es otro factor de riesgo para la hipertensión arterial. Si los niños o adolescentes fuman, los médicos pueden recomendar un programa para dejar de fumar.

Los padres pueden ayudar a prevenir la hipertensión arterial en sus hijos

  • Proporcionar alimentos saludables y bajos en calorías, como frutas y verduras, en las comidas y en los tentempiés

  • Proporcionando alimentos bajos en sal

  • Haciendo que siempre haya agua disponible (en lugar de bebidas azucaradas, incluidas las bebidas energéticas) y limitando la ingesta de zumo de frutas

  • Animar a sus hijos a ser más activos físicamente

  • Informándose sobre lo que se considera sobrepeso y obesidad

  • Ayudando a sus hijos a mantener un peso saludable

  • Alimentándose de forma saludable y practicando ejercicio todos los días para dar ejemplo a sus hijos

Tratamiento para la hipertensión arterial en niños

  • Pérdida de peso, si es necesario

  • Cambios en la alimentación

  • Incremento de la actividad física

  • A veces, tratamiento farmacológico

El tratamiento de los niños con hipertensión arterial puede incluir un aumento de la actividad física, cambios en la dieta para reducir el consumo de sal y de calorías, pérdida de peso y, a veces, medicamentos, dependiendo de la gravedad de la hipertensión.

Por lo general, el tratamiento de la hipertensión arterial comienza con cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a reducir la presión arterial, como la dieta y, si es necesario, la pérdida de peso. El número de calorías se limita según el nivel de actividad, la edad y el sexo, así como el consumo de sal. El DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) diet puede ser útil. Esta dieta enfatiza el consumo de muchas frutas y verduras y el consumo de productos lácteos bajos en grasa. Incluye aves de corral, pescado, granos integrales y nueces y limita el consumo de carnes rojas, dulces y sal. En esta dieta también se ingiere poca cantidad de grasas saturadas y de colesterol.

Los expertos recomiendan

  • Para niños de 6 a 17 años de edad: 30 a 60 minutos de actividad física entre moderada y vigorosa cada día o al menos de 3 a 5 días a la semana

  • Para niños menores de 6 años: actividad física durante todo el día

Si no se han alcanzado los objetivos de presión arterial después de unos 6 meses de cambios en el estilo de vida, algunos niños también pueden requerir tratamiento farmacológico.

Los niños suelen ser remitidos a un especialista si su médico requiere ayuda para prescribir la terapia farmacológica o si el niño presenta cualquiera de los síntomas siguientes:

  • Hipertensión en fase 1, especialmente con síntomas, daño orgánico, diabetes o un trastorno renal

  • Hipertensión en estadio 2 (grave)

Tratamiento farmacológico de la hipertensión arterial en niños

El tratamiento farmacológico inmediato (más cambios en el estilo de vida) se suele iniciar si se cumple alguna de las condiciones siguientes:

  • La hipertensión arterial, con independencia de su gravedad, causa síntomas.

  • La fase 1 de la hipertensión causa disfunción o daño orgánico.

  • Existe hipertensión en estadio 2.

  • Los niños sufren enfermedad renal crónica, diabetes o enfermedad cardíaca, con independencia de la fase de la hipertensión arterial en la que se encuentren.

Los niños que sufren formas más leves de hipertensión arterial no controlada tras unos 6 meses de cambios en el estilo de vida necesitarán tratamiento farmacológico.

Los fármacos que se emplean en el tratamiento de la hipertensión se denominan antihipertensores. El tratamiento es más eficaz cuando los padres, el niño y el médico mantienen una buena comunicación y comentan el programa de tratamiento farmacológico, incluidos los posibles efectos secundarios. Cualquier medicamento antihipertensivo puede tener efectos secundarios, por lo que los progenitores deben estar atentos. Si aparecen efectos secundarios, los progenitores o el niño deben informar al médico, que puede ajustar la dosis o sustituirlo por otro fármaco.

Los médicos suelen iniciar el tratamiento con dosis bajas de fármacos antihipertensivos administrados por vía oral y aumentan la dosis según sea necesario para reducir la presión arterial hasta alcanzar la dosis máxima del fármaco o hasta que se produzcan efectos secundarios. Si la presión arterial sigue siendo demasiado alta, los médicos pueden administrar a los niños un segundo fármaco o cambiar el fármaco.

Existen muchos tipos de fármacos antihipertensivos. Las categorías son

Los distintos tipos de fármacos antihipertensivos actúan de diferentes maneras, por lo que hay muchas opciones de tratamiento. No es raro que a una persona con hipertensión se le prescriba más de uno de estos fármacos.

Para una discusión más detallada de este tipo de fármacos, véase Tratamiento farmacológico de la hipertensión arterial en niños.

Más información

Los siguientes son recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.

  1. U.S. Department of Agriculture and U.S. Department of Health and Human Services: 2020–2025 Dietary Guidelines for Americans

  2. DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) diet (enfoques alimentarios para detener la hipertensión asociada a la alimentación)

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