La conducción en la tercera edad

PorPeggy P. Barco, OTD, OTR/L, BSW, SCDCM, CDRS, FAOTA, Washington University Medical School;
David B. Carr, MD, Washington University School of Medicine
Revisado/Modificado abr. 2022 | Modificado oct. 2022
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Conducir proporciona un grado de libertad a las personas de edad avanzada, independencia e interacciones sociales cruciales con la propia comunidad que muchas personas dan por sentado durante su juventud. Sin embargo, el privilegio de conducir se basa en la capacidad para manejar con seguridad un vehículo a motor. Los conductores de 70 años o más presentan un mayor riesgo de sufrir un accidente de vehículo a motor por distancia recorrida en comparación con los conductores de mediana edad. Aquellos que conducen con poca frecuencia corren el mayor riesgo. Por lo tanto, el deterioro funcional debido a trastornos relacionados con la edad debe considerarse una señal de advertencia para replantearse el privilegio de conducir.

Muchos factores pueden disminuir la capacidad de conducción de las personas mayores. Entre ellos están los cambios, asociados al envejecimiento, en los reflejos y trastornos visuales, cognitivos e/o musculares que se vuelven más frecuentes con la edad. Las personas de edad avanzada consumen habitualmente fármacos para tratar sus trastornos; algunas clases de estos fármacos pueden ser sedativos y afectar a la capacidad de conducir. Algunos de estos factores se pueden controlar y modificar.

¿Sabías que...?

  • Las personas de edad avanzada son más propensas a sufrir un accidente de automóvil al hacer giros a la izquierda que las personas de otros grupos de edad.

Tasa de accidentes e infracciones de tráfico

Por término medio, los conductores de edad avanzada sufren menos accidentes al año que los jóvenes. Sin embargo, dado que conducen menos kilómetros que los conductores de mediana edad, la media resultante es de más accidentes por kilómetro recorrido para los conductores mayores. La tasa de accidentes comienza a aumentar después de los 70 años, aproximadamente, y aumenta con mayor rapidez después de los 80 años. Por cada kilómetro recorrido, los conductores de edad avanzada presentan tasas más elevadas de infracciones viales, accidentes y muertes que los demás grupos de edad mayores de 25 años. Cabe señalar que las personas de edad avanzada conducen por lo general a distancias más largas que la generación anterior, y se cree que esta tendencia continuará.

El hecho de no ceder el paso (a menudo porque "miraron pero no vieron") es una de las infracciones de tráfico más frecuentes cometidas por los conductores de edad avanzada. Además, los conductores de esa edad tienen más dificultad para incorporarse al tráfico y pueden tener problemas en los cruces, especialmente cuando hacen giros a la izquierda. Estas dificultades han sido atribuidas a

  • La dificultad para valorar varias informaciones a la vez (multitarea)

  • La dificultad para calcular la velocidad de los coches u objetos que se acercan

  • La reducción del campo visual

No obstante, a menudo los conductores mayores son más cuidadosos que los jóvenes. Muchos conductores de edad avanzada que no sufren afecciones médicas que perjudican el pensamiento y el juicio (por ejemplo, demencia) comienzan a limitar su conducción para mejorar la seguridad. Tienden a evitar conducir durante el crepúsculo y por la noche, durante las horas punta o con mal tiempo. Además, es mucho menos probable que los accidentes de los conductores de edad avanzada se deban al alcohol;

también es menos probable que estos conductores tengan un accidente conduciendo en carreteras con muchas curvas o a gran velocidad. En los accidentes en los que se ven involucrados los conductores de edad avanzada, no suele resultar afectado un único vehículo; es mucho más probable que sean varios los vehículos implicados en el accidente. Curiosamente, para los conductores mayores de 70 años, la tasa de accidentes tiende a reducirse cuanto mayor es el número de pasajeros que viajan en el vehículo.

Los accidentes que involucran a dichos conductores suelen causar más lesiones graves y muertes. No se sabe a ciencia cierta cuál es la causa de la mayor vulnerabilidad a las lesiones de los conductores de edad avanzada, pero puede deberse a la fragilidad física y a la presencia de uno o más trastornos médicos, como la osteoporosis o las enfermedades cardíacas. Además, los conductores de edad avanzada pueden conducir un vehículo que sea menos resistente a los accidentes. Aunque el número de adultos mayores que han muerto en accidentes de tráfico también ha disminuido, los adultos mayores están cada vez más involucrados en accidentes mortales en comparación con otros grupos de edad porque este grupo de edad es cada vez más numeroso.

Razones para una conducción disminuida

Conducir implica la ejecución precisa de acciones simultáneas (como frenar y llevar el volante). Estas acciones requieren varias cualidades, como las siguientes:

  • Una mente clara

  • Buen juicio, planificación y habilidades para la toma de decisiones

  • Atención y concentración mental

  • Tiempo de reacción rápido

  • Coordinación

  • Fuerza adecuada

  • Buena movilidad de la parte superior del organismo (parte superior de los hombros, espalda y cuello)

  • Sensibilidad en las piernas y en los pies

  • Buena visión y audición

Una carencia de cualquiera de estas cualidades puede afectar notablemente a la capacidad de conducir. Tales carencias pueden tener varias causas, y casi todas estas capacidades se deterioran de un modo u otro cuando la persona envejece y empeoran en presencia de una enfermedad.

Envejecimiento

El envejecimiento suele producir una disminución gradual y sutil en la fuerza, la coordinación, el tiempo de reacción, la capacidad de concentración, la visión, y la audición. Las personas de edad avanzada tienen menos energía y se cansan más rápidamente, especialmente en situaciones que requieren concentración; suelen tener menor capacidad para concentrarse en más de 1 tarea a la vez. Sin embargo, la mayoría de los cambios atribuidos al envejecimiento son moderados y no suelen ser la causa principal de los problemas de seguridad en la conducción.

Trastornos médicos

Los trastornos más frecuentes en las personas mayores pueden ser particularmente problemáticos en los conductores de edad avanzada. Por ejemplo, la glucemia de los conductores diabéticos puede elevarse o bajar demasiado. Tales modificaciones pueden interferir con la capacidad de juicio, la atención, la concentración, la visión y la sensibilidad en los pies.

Los conductores mayores con demencia (incluida la enfermedad de Alzheimer) pueden tener mal juicio, deterioro de la memoria y un tiempo de reacción más lento, que es una mezcla peligrosa en la conducción. Incluso cuando la demencia se encuentra en sus etapas iniciales, los conductores pueden perderse más fácilmente o estar más confusos en una situación de tráfico congestionado o cuando ocurren eventos inesperados en la carretera.

Los accidentes cerebrovasculares o los llamados miniaccidentes cerebrovasculares (accidentes isquémicos transitorios, AIT) pueden disminuir el tiempo de reacción, causar debilidad muscular, deteriorar la visión y afectar la coordinación.

Las convulsiones hacen que una persona quede, de repente, desconectada del entorno circundante o incluso inconsciente.

Un infarto de miocardio reciente puede aumentar el riesgo de sufrir un desmayo o de experimentar mareos.

La artritis causa dolor y rigidez articular, limita la movilidad y puede disminuir la capacidad de controlar un automóvil. Por ejemplo, el dolor y la rigidez de las rodillas o las caderas pueden afectar la capacidad de pisar el pedal del freno o el acelerador. La artritis puede hacer que sea doloroso y difícil girar la cabeza (como hay que hacerlo cuando se da marcha atrás o se gira).

El glaucoma y la degeneración macular son trastornos oculares que crean problemas cuando se conduce con poca luz o de noche. El glaucoma también puede reducir el campo visual, por lo que es difícil visualizar los automóviles y otros objetos situados a los lados del conductor. Las cataratas, que se presentan casi exclusivamente en personas de edad avanzada, pueden causar deslumbramiento por resplandor excesivo de los faros o de las luces de la calle.

Los trastornos del sueño, sobre todo la apnea obstructiva del sueño, pueden causar somnolencia que conduce a un accidente.

Fármacos terapéuticos

Muchas personas de edad avanzada consumen fármacos que pueden tener efectos secundarios adversos, como somnolencia, mareo, confusión mental y otros síntomas que interfieren con la capacidad de conducir. Tanto los medicamentos con receta médica como los que no la requieren pueden causar estos efectos secundarios. Cuando una persona inicia la toma de un nuevo fármaco que podría afectar la funcionalidad visual, física o mental, no debería conducir durante varios días hasta asegurarse de que el fármaco no produce efectos secundarios. Entre los fármacos o sustancias que pueden interferir en la conducción se incluyen los siguientes:

  • Medicamentos anticonvulsivantes

  • Antieméticos (utilizados para controlar las náuseas)

  • Antihistamínicos

  • Antipsicóticos

  • Benzodiazepinas u otros ansiolíticos

  • Fármacos utilizados para tratar el glaucoma

  • Medicamentos usados para tratar la enfermedad de Parkinson

  • Relajantes musculares

  • Opiáceos

  • Suplementos para dormir

  • Algunos antidepresivos sedantes

(Véase también Some Medicines and Driving Don't Mix.)

Muchas drogas recreativas, como el alcohol y la marihuana, también pueden perjudicar la conducción.

Situaciones especiales

El estrés, especialmente cuando se conduce por zonas desconocidas o con tráfico denso, puede contribuir a la dificultad para conducir. La fatiga y la distracción también disminuyen la capacidad de conducción. Usar un teléfono celular o enviar mensajes de texto mientras se conduce aumenta el riesgo de accidentes. Aunque todos los conductores deben evitar estas distracciones, los adultos mayores son especialmente vulnerables debido a los cambios relacionados con la edad o a la disminución de la atención y de las habilidades para realizar múltiples tareas. Actualmente, muchos automóviles disponen de tecnologías avanzadas de prevención de accidentes, como advertencias de cambio de carril e indicadores de ángulo muerto (véase características actuales para la seguridad en los automóviles en MyCarDoesWhat.org).

Las caídas en adultos mayores se han asociado a un mayor riesgo de accidentes de tráfico porque el hecho de evitar las caídas y los accidentes requiere coordinación de la cognición con los sistemas visual y motor, todo lo cual puede estar disminuido en los conductores de edad avanzada. Por lo tanto, las intervenciones que reducen el riesgo de caídas, como la actividad física, el entrenamiento del equilibrio y la reducción del uso de fármacos sedantes, pueden desempeñar un papel en la mejora tanto de la deambulación como de la seguridad en la conducción.

Para algunas personas de edad avanzada, la única deficiencia en la capacidad de conducir es sencillamente la falta de experiencia reciente al volante. Es frecuente que uno de los miembros de la pareja conduzca más que el otro. Cuando el conductor principal de una pareja fallece, la otra persona puede no estar preparada para reanudar la conducción con seguridad. Las personas mayores y sus parejas deben compartir las actividades de conducción, ya que los conductores poco frecuentes presentan un alto riesgo de dejar de conducir por completo (lo que también se conoce como retirarse de la conducción).

Formas de compensación

Muchos conductores comienzan a autorregular su conducción a medida que envejecen. Por ejemplo, los conductores mayores pueden evitar los viajes largos por carretera, conducir menos por la noche, evitar cruces peligrosos y evitar la participación en conductas de conducción arriesgadas (por ejemplo, conducir a una velocidad excesiva, no mantener la distancia de seguridad y beber mientras se conduce). Los conductores de edad avanzada disponen de muchas estrategias que pueden adoptar para compensar algunos problemas de seguridad relacionados con la edad.

Evitar riesgos

Pueden aprovechar su experiencia en la conducción para identificar y evitar situaciones peligrosas. Por ejemplo, dado que la resistencia disminuye con la edad, pueden realizar desplazamientos más cortos y descansar con mayor frecuencia. Pueden evitar autopistas y áreas donde el tráfico está congestionado o es peligroso. También pueden evitar conducir de noche o cuando haya poca luz, que es cuando se producen los problemas de deslumbramiento. Pueden evitar las horas punta y el mal tiempo, además de intentar evitar los giros a la izquierda sin protección. Es posible que prefieran conducir sólo por carreteras y lugares que les resulten familiares.

Evitar distracciones al volante

Evitar las distracciones, una precaución que se puede extender a todos los conductores, es esencial para los conductores de edad avanzada. Los teléfonos móviles constituyen una medida de seguridad para los conductores que se encuentran en apuros cuando el automóvil sufre alguna avería inesperada. Sin embargo, el empleo del teléfono móvil (incluso los modelos de manos libres) mientras se conduce se desaconseja totalmente. Los distintos estados y países tienen diferentes leyes sobre el uso de teléfonos móviles durante la conducción y en algunos estados y países es ilegal. Del mismo modo, realizar ajustes en el equipo de música o en otro sistema de a bordo (como la navegación, el control de temperatura o la posición del asiento), comer o beber, fumar, leer mapas digitales o en papel e incluso entablar una conversación con otros pasajeros puede ser objeto de distracción y puede afectar a la conducción. Debe minimizarse cualquier tipo de distracción mientras se conduce.

Uso de la tecnología

Las nuevas tecnologías pueden ayudar a los conductores de edad avanzada. Los sistemas de ayuda para aparcar, que utilizan telecámaras o sistemas infrarrojos para facilitar la marcha atrás, el aparcamiento y otras maniobras, son muy útiles para las personas que tienen dificultad para mirar por encima de sus hombros. Otros sistemas que son útiles para los conductores mayores son el control de crucero, los frenos antibloqueo y los dispositivos electrónicos de estabilidad que mejoran la tracción y la dirección. Los sistemas avanzados de visión para conducir de noche, como la iluminación de las curvas (iluminación dirigida a lo largo de una curva) o la atenuación automática de los faros (cambiar de luces largas a cortas cuando el tráfico viene en sentido contrario). Algunos coches disponen de monitores de puntos ciegos, sistemas de alarma por salida del carril y por colisión, cámaras retrovisoras y espejos retrovisores que se atenúan automáticamente cuando son iluminados por faros cegadores, reduciendo así el deslumbramiento. Los fabricantes de automóviles están experimentando con la tecnología de visión nocturna por infrarrojos para mejorar la conducción nocturna.

Los fabricantes de coches también están rediseñando los controles y manijas para que las personas con artritis los puedan usar con más facilidad. Todos los conductores pueden disponer de otros equipamientos especiales, como un borde más bajo de las puertas, soportes lumbares, viseras amplias y asientos y volantes ajustables, pero serán especialmente beneficiosos para los conductores de edad avanzada. Se está experimentando en la tecnología de vehículos sin conductor y es probable que estén disponibles en los próximos años.

En caso de accidente u otras situaciones de urgencia, hay sistemas de emergencia que pueden llamar automáticamente y dirigir los equipos de rescate hacia el lugar donde se encuentra el automóvil. Un Sistema de Posicionamiento Global (Global Positioning Systems, GPS) puede ayudar a los conductores mayores a localizar destinos. Muchos conductores mayores disponen de teléfonos inteligentes que pueden tener aplicaciones instaladas de forma gratuita para que las familias puedan rastrear su ubicación usando la tecnología GPS si se pierden. Además, existen dispositivos GPS que permiten controlar diversos tipos de conducción (rutas preasignadas y velocidad de conducción) a través de Internet si las familias lo desean. Se prevén otras innovaciones en el futuro.

A medida que el número de tecnologías disponibles aumente, será importante reconocer que los adultos mayores pueden necesitar más tiempo individual dedicado a la capacitación en el uso de las nuevas tecnologías. Las tecnologías deben ser individualizadas para proporcionar lo que es más útil para cada persona. (Véase MyCarDoesWhat.org para today's car safety features.)

Asistir a cursos de actualización para conductores

Existen programas en línea para mejorar la seguridad en la conducción, algunos de los cuales están dirigidos a adultos mayores. Los conductores de edad avanzada pueden mantener o incluso mejorar sus habilidades de conducción a través de programas de actualización para el conductor. Varias organizaciones, como la American Association of Retired Persons, AARP (Asociación Americana de Personas Jubiladas) y la American Automobile Association, AAA (Asociación Americana de Automóviles) ofrecen este tipo de programas para ayudar a los conductores de edad avanzada a adaptarse a los desafíos de la conducción en la vejez. Además, la participación en estos programas puede reducir las tarifas del seguro en algunos estados. La AAA (Asociación Estadounidense del Automóvil, por sus siglas en inglés) ofrece RoadWise Driver, un programa de conducción defensiva para personas de edad avanzada centrado en ayudarles a adaptarse a los diversos cambios relacionados con la edad que afectan a la capacidad de conducción, y la AARP (Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas, por sus siglas en inglés) ofrece un curso sobre actualización de las habilidades de conducción.

Los conductores de edad avanzada también pueden beneficiarse de los programas diseñados para asegurarse de que su vehículo es el adecuado. Por ejemplo, se puede evaluar la distancia al volante y la altura del asiento para asegurarse de que son las correctas para ver el tráfico. El ajuste adecuado de los espejos puede ayudar a los conductores a compensar los ángulos muertos. El programa CarFit de la AAA (Asociación Estadounidense del Automóvil, por sus siglas en inglés) está disponible de forma virtual y en diversos eventos presenciales en todo el país y proporciona información útil sobre cómo adaptar el vehículo de una persona para optimizar la seguridad.

Buscar atención médica

La adopción de un estilo de vida saludable y la obtención de una buena atención médica pueden ayudar a los conductores mayores a evitar las dificultades en la conducción. Hay muchas razones para mantenerse en forma durante la tercera edad, como la conservación de la capacidad de conducir. Las personas mayores deben acudir regularmente al médico para que les examine en busca de problemas de visión, memoria y pensamiento, además de fuerza muscular, que puedan afectar su capacidad para conducir.

El tratamiento de algunas enfermedades puede mejorar la capacidad de conducir. Por ejemplo, una operación de extracción de cataratas será beneficiosa; el tratamiento de la artritis con fármacos y fisioterapia mejorará la flexibilidad y la movilidad, y un buen control de la diabetes será útil para prevenir las oscilaciones de la glucemia. El tratamiento de la apnea del sueño puede reducir la somnolencia diurna. Los conductores mayores deben revisar con su médico o farmacéutico la lista de los medicamentos que consumen para asegurarse de que los efectos secundarios no afectarán a la capacidad de conducir.

La reglamentación de algunos países prohíbe conducir durante un tiempo determinado después del diagnóstico de ciertas enfermedades. Este periodo de espera (moratoria) permite estabilizar el trastorno con el tratamiento. Por ejemplo, algunos estados requieren una moratoria de 3 a 6 meses antes de conducir después de una convulsión, un accidente cerebrovascular o una crisis isquémica transitoria. Los conductores de edad avanzada con cualquier condición médica que pueda afectar la capacidad de conducir deben seguir las recomendaciones del médico con respecto a los períodos de espera u modificaciones de la conducción.

Toma de decisiones sobre la conveniencia de conservar el permiso de conducir

En algún momento, la mayoría de los conductores mayores (especialmente aquellos con un deterioro médico significativo) se enfrentan a la decisión de si es seguro o no continuar conduciendo. La disminución de las capacidades necesarias para conducir con seguridad puede volver peligrosa esta actividad. La incapacidad de conducir significa una pérdida de libertad e independencia. Es muy importante ayudar a un adulto mayor que tiene que dejar de conducir a encontrar maneras aceptables para llegar a actividades diarias o semanales importantes. Muchos de los mismos factores que plantean preocupaciones sobre la seguridad en la conducción también pueden afectar a la capacidad de un adulto mayor para usar el transporte público.

A veces el médico de cabecera o un familiar son los primeros en darse cuenta de que ha llegado el momento de que el conductor de edad avanzada entregue definitivamente las llaves del automóvil. Afrontar estos problemas siempre es difícil, pero ignorarlos puede traer complicaciones aún más importantes. Existen algunos pasos prácticos que pueden ayudar a los conductores mayores a sentirse más cómodos al dejar de conducir:

  • Involucrar al conductor en la decisión de limitar o dejar la conducción.

  • Ayudarle a encontrar otras formas de desplazarse.

  • Buscar servicios de conductores y de transporte.

  • Mantener al conductor de edad avanzada activo y procurarle medios de transporte para sus actividades diarias

  • Invitar al médico de familia o a un amigo a hablar sobre el tema.

Hay muchas publicaciones y recursos en internet para ayudar a los conductores de edad avanzada a decidir si deben continuar conduciendo (véase AAA's Evaluate Your Driving Ability). Los recursos disponibles para familiares y amigos que puedan estar preocupados por un conductor de edad avanzada son los siguientes:

Con el asesoramiento de familiares o médicos, la mayoría de los conductores de edad avanzada pueden determinar cuándo dejar de conducir. Sin embargo, algunos conductores, por ejemplo muchas personas con demencia, carecen de la capacidad de juzgar su capacidad para conducir y continúan conduciendo incluso después de que un médico les haya recomendado no hacerlo. Un posible enfoque es sugerir que el conductor mayor sea examinado por un especialista en rehabilitación de la conducción o por el departamento oficial que supervisa o regula la concesión de permisos.

Si los médicos están preocupados por un conductor de edad avanzada, a menudo lo remiten a un especialista en rehabilitación para la conducción. Estos especialistas son a menudo terapeutas ocupacionales que proporcionan evaluaciones integrales de la conducción y rehabilitación a los conductores con problemas médicos. Suelen encontrarse en hospitales o en universidades, pero algunos tienen clínicas privadas; valoran a los conductores en materia de seguridad, proporcionan ideas sobre las modificaciones que se pueden hacer en el vehículo o sobre la adaptación de equipos, aconsejan sobre formas de desplazamiento y asesoran sobre métodos alternativos de transporte. En el web site (sitio web) de la American Occupational Therapy Association (Asociación Estadounidense para la Terapia Ocupacional) se ofrece información sobre cómo encontrar servicios de rehabilitación para la conducción.

Una vez que el conductor ha sido evaluado por un especialista en rehabilitación para la conducción y ha aplicado los cambios recomendados, los médicos pueden solicitar que el conductor sea reevaluado por la agencia estatal de licencias. El propio conductor o un miembro de la familia cercana pueden solicitar una nueva prueba. Puede incluir pruebas de visión y pruebas escritas y en carretera.

Las regulaciones de los diferentes estados con respecto a las licencias de conducción varían entre sí. Por ejemplo, en algunos estados, los conductores deben volver a someterse a un examen práctico efectuado por la autoridad de licencias estatal para mantener una licencia. Las regulaciones estatales que requieren que los médicos denuncien a los conductores con ciertas afecciones médicas y/o preocupaciones de seguridad también son variables. En algunos estados, los médicos están obligados a informar de cualquier conductor que se considere inseguro. Otros estados disponen de mecanismos para que los familiares denuncien de forma confidencial a un conductor mayor de la familia por problemas de conducción. Es importante que las personas se pongan en contacto con su propio departamento estatal de licencias (como el Departamento de Vehículos Motorizados) para conocer las regulaciones específicas de su Estado. Las leyes que regulan la posesión y la renovación de una licencia de conducción para los conductores de edad avanzada también varían de un país a otro.

Signos de alarma de una conducción insegura

Los conductores de edad avanzada y sus familiares pueden tener en cuenta los factores siguientes para determinar si aún es seguro continuar conduciendo:

  • ¿Se pierden al conducir, olvidan el destino mientras conducen o regresan a casa tarde de un viaje de rutina?

  • ¿Se preocupan los amigos o familiares por su forma de conducir o han preferido no acompañarles en el automóvil?

  • ¿Han tenido más percances últimamente?

  • ¿Tienen dificultades para ver otros vehículos y leer y reaccionar ante las señales de tráfico?

  • ¿Les producen ansiedad los atascos, los cruces con mucho tráfico o hacer giros a la izquierda?

  • ¿Conducen demasiado despacio o demasiado rápido?

  • ¿Consideran que los demás conductores conducen demasiado rápido?

  • ¿Les resulta estresante o cansado conducir o se enojan o se confunden mientras conducen?

  • ¿Les molesta el resplandor de las farolas o de los faros de los vehículos que se aproximan?

  • ¿Tienen problemas para girar el volante, empujar los pedales, mirar por encima de su hombro al dar marcha atrás, evitar los bordillos, mantenerse en el carril o aparcar?

  • ¿Confunden a veces el pedal del acelerador y el pedal del freno?

  • ¿Han sufrido accidentes en el último año en los que tuvieron la culpa o les ha parado la policía debido a su forma de conducir?

  • ¿Se han caído en los últimos 1 o 2 años?

  • ¿Toman decisiones demasiado despacio o toman decisiones incorrectas cuando conducen?

  • ¿Se olvidan a veces de usar los espejos, respetar las señales de tráfico o comprobar el tráfico que viene en sentido contrario?

Los conductores de edad avanzada y sus familiares para quienes cualquiera de estas cuestiones suponga un problema pueden querer hablar con su médico o consultar con un especialista en rehabilitación para la conducción acerca de cómo mejorar la seguridad.

Más información

Los siguientes son algunos recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.

  1. Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA, por sus siglas en inglés): Senior Driver Safety and Mobility (Seguridad y Movilidad de los Conductores Mayores): un recurso que proporciona información sobre autoevaluaciones de conducción, características de seguridad para el automóvil disponibles y regulación legislativa de la licencia para conducir en el caso de personas mayores

  2. AAA (siglas en inglés para Asociación Estadounidense del Automóvil): AAA: CarFit: un recurso que proporciona información sobre cómo adaptar el vehículo de una persona para optimizar la seguridad

  3. AAA (siglas en inglés para Asociación Estadounidense del Automóvil): RoadWise Driver: un programa de conducción defensiva para personas de edad avanzada centrado en ayudarles a adaptarse a los diversos cambios relacionados con la edad que afectan a la capacidad de conducción

  4. AAA (siglas en inglés para Asociación Estadounidense del Automóvil): Evaluate Your Driving Ability: (Evalúe su capacidad para la conducción): un recurso que proporciona información sobre las evaluaciones de conducción, cómo se puede hacer una autoevaluación o dónde se puede obtener una evaluación profesional de la conducción

  5. Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas (AARP, por sus siglas en inglés): Driver Safety Program (Programa para la Seguridad de los Conductores): un recurso que proporciona información sobre evaluaciones de la conducción y cursos de actualización de la conducción

  6. AARP: We Need to Talk (Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas, AARP por sus siglas en inglés: necesitamos Hablar): un recurso para los familiares y cuidadores de conductores de edad avanzada sobre cómo acercarse a ellos para que consideren la idea de limitar su conducción o dejar de conducir

  7. Alzheimer's Association: Dementia and Driving (Asociación para el Alzheimer: Demencia y Conducción): un recurso que ayuda a las personas con demencia a planificar cómo dejar de conducir

  8. MyCarDoesWhat.org (Qué hace mi coche): un recurso que ayuda a las personas a conocer las características de seguridad que ofrece su vehículo personal

  9. American Occupational Therapy Association: Find a Driving Rehabilitation Provider (Asociación Estadounidense de Terapia Ocupacional: Cómo encontrar un Servicio de Rehabilitación para la Conducción): un recurso que proporciona información sobre cómo encontrar servicios de rehabilitación para la conducción

  10. USAging: Transportation (Envejecer en Estados Unidos: Transporte): un recurso que proporciona opciones de transporte para las personas que ya no conducen

  11. National Highway Traffic Safety Administration: Understanding Older Drivers (Administración Nacional para la Seguridad en la Conducción por Autopista: Comprender a los Conductores Mayores): un recurso para los familiares y cuidadores de los conductores de edad avanzada sobre cómo hablar con ellos sobre la conducta durante la conducción y cómo acercarse a ellos para considerar la idea de limitar la conducción o dejar de conducir

  12. The Hartford: At the Crossroads: Family Conversations About Alzheimer’s Disease, Dementia & Driving (The Hartford: en la Encrucijada: Conversaciones Familiares sobre la Enfermedad de Alzheimer, Demencia & Conducción): un recurso para personas mayores, familiares y cuidadores sobre cómo y cuándo ayudar a un conductor mayor a dejar de conducir

  13. Eldercare Locator (Localizador de Cuidados para Mayores): un recurso que proporciona servicios a los adultos mayores y sus familias

  14. U.S. Food and Drug Administration (FDA): Some Medicines and Driving Don't Mix

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