COVID-19

(Coronavirus Disease 2019; COVID)

PorBrenda L. Tesini, MD, University of Rochester School of Medicine and Dentistry
Revisado/Modificado nov. 2023
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Datos clave

COVID-19 es una enfermedad respiratoria aguda que puede ser grave y está causada por el coronavirus llamado SARS-CoV-2.

  • Los síntomas de COVID-19 varían significativamente.

  • Se pueden utilizar dos tipos de pruebas para diagnosticar una infección por COVID-19.

  • Se deben tomar medidas para prevenir la infección, en particular la vacunación.

  • El tratamiento del COVID-19 depende de la gravedad de la enfermedad y de la probabilidad de que la persona desarrolle una enfermedad grave.

A finales del 2019 se informó por primera vez en Wuhan, China, de COVID-19 y desde entonces se ha extendido ampliamente en todo el mundo. Para obtener información actualizada sobre el número de casos y muertes, véase Centers for Disease Control and Prevention: 2019 Novel Coronavirus y el World Health Organization Coronavirus (COVID-19) Dashboard.

El coronavirus que causa COVID-19 se llama SARS-CoV-2. Está relacionado con el coronavirus causante del SARS, si bien es ligeramente distinto.

Los determinantes sociales de la salud (las condiciones de los lugares donde las personas nacen, viven, aprenden, trabajan y juegan) comportan una amplia gama de riesgos y resultados para la salud, como la exposición a la infección por SARS-CoV-2, el COVID-19 grave y la muerte, así como el acceso a pruebas, vacunación y tratamiento. En Estados Unidos, los casos, la hospitalización y las tasas de mortalidad por COVID-19 son más elevados en algunos grupos minoritarios raciales y étnicos, como entre las personas de ascendencia afroamericana, hispana o latina, india americana y nativa de Alaska.

La mayoría de los virus, incluido el virus SARS-CoV-2, evolucionan, de modo que emergen nuevas variantes del virus. Las variantes más potencialmente transmisibles, más propensas a causar una enfermedad grave o que son más difíciles de tratar o detectar se clasifican como Variantes Objeto de Preocupación y se conocen comúnmente por su etiqueta del alfabeto griego. Las variantes dominantes en Estados Unidos y en gran parte del mundo son Alfa, Beta, Delta y Ómicron. La variante Ómicron ha sido la variante más común en todo el mundo desde marzo de 2022, con las nuevas, y más transmisibles, sub-variantes de Ómicron reemplazando a la Ómicron original.

Transmisión del COVID-19

El COVID-19 se transmite principalmente de persona a persona a través de gotitas respiratorias producidas cuando una persona tose, estornuda, canta, practica ejercicio o habla. El virus se transmite tanto a través de grandes gotas respiratorias que pueden recorrer distancias cortas como a través de pequeños aerosoles de partículas respiratorias que pueden permanecer en el aire durante varias horas y recorrer distancias más largas (1,8 metros) antes de ser inhaladas.

En general, cuanto más estrecha y prolongada sea la interacción con una persona infectada, mayor es el riesgo de transmisión del virus. Factores como la distancia a la que se encuentra una persona infectada, la duración del tiempo en presencia de una persona infectada, el volumen de aire y la dirección y la velocidad del flujo de aire pueden contribuir a este riesgo. Las personas también pueden contraer una infección por COVID-19 al tocar con la mano algo que contiene el virus y luego tocarse la boca, la nariz o los ojos con dicha mano.

El virus suele ser transmitido por una persona con síntomas de la infección. Sin embargo, el virus puede ser transmitido por personas antes de que presenten síntomas (presintomáticas) e incluso por personas que están infectadas pero nunca desarrollan síntomas (asintomáticas).

Las situaciones con alto riesgo de transmisión incluyen instalaciones de vivienda colectiva (por ejemplo, residencias de ancianos u otros centros de atención a largo plazo, escuelas residenciales, prisiones, barcos) y ambientes abarrotados y poco ventilados (como servicios religiosos interiores, gimnasios, bares, clubes nocturnos, restaurantes cubiertos e instalaciones de envasado de carne). Los residentes de las residencias para mayores también corren un riesgo elevado de sufrir enfermedades graves debido a la edad y a los trastornos médicos subyacentes.

Los grandes eventos en interiores, como reuniones o bodas, también se han asociado con tasas elevadas de transmisión. Estos eventos se han denominado eventos de supercontagio y pueden provocar tasas elevadas de infección debido al gran número de personas que se encuentran físicamente próximas entre sí sin una circulación de aire o una ventilación adecuadas.

Los test víricos en personas con COVID-19 pueden permanecer positivos durante al menos 3 meses, independientemente de los síntomas. Sin embargo, incluso las personas con síntomas persistentes por lo general no se consideran infecciosas una vez transcurridos 10 días de enfermedad.

A las personas infectadas por COVID-19 se les recomiendan medidas de aislamiento y precaución en un intento de limitar la propagación de la infección por SARS-CoV-2 (véase CDC: Isolation and Precautions for People with COVID-19 [Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC por sus siglas en inglés: Aislamiento y Precauciones para las personas con COVID-19]). A las personas expuestas a la COVID-19 se les recomiendan precauciones para ayudar a reducir el riesgo de propagación del virus (véase CDC: What to Do If You Were Exposed to COVID-19 [Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC por sus siglas en inglés: Qué debe hacer si está expuesto a la COVID-19]).

Síntomas del COVID-19

Los síntomas varían en las personas con COVID-19 y pueden incluir los siguientes:

  • Fiebre

  • Tos

  • Dolor de garganta

  • Congestión o secreción nasal

  • Falta de aliento o dificultad respiratoria

  • Escalofríos o temblores repetidos con escalofríos

  • Nueva pérdida del olfato o del gusto

  • Fatiga

  • Mialgias

  • Dolor de cabeza (cefaleas)

  • Náuseas o vómitos

  • Diarrea

Si las personas desarrollan síntomas, por lo general aparecen entre 2 y 10 días (periodo de incubación) después de la infección. Para la variante ómicron, los síntomas generalmente aparecen en solo 2 a 4 días. Muchas personas infectadas no presentan síntomas o solo sufren enfermedad leve.

El riesgo de enfermedad grave y muerte en personas con COVID-19 aumenta

  • Con la edad

  • En personas que fuman o han fumado previamente

  • En personas con otros trastornos médicos graves, como cáncer, enfermedades crónicas cardíacas, pulmonares, renales o hepáticas, anemia de células falciformes (anemia drepanocítica), diabetes, obesidad o trastornos inmunocomprometidos

Para todos los grupos de edad, el riesgo de enfermedad grave y muerte disminuye en las personas que están vacunadas contra COVID-19. (Véase también CDC: COVID-19 Understanding Risk.)

Complicaciones

Además de la enfermedad respiratoria, que puede ser grave y provocar la muerte, otras complicaciones graves incluyen

Se ha informado en niños de una complicación poco frecuente llamada síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C, por sus siglas en inglés) que puede estar relacionada con el COVID-19. Los síntomas de estas enfermedades pueden ser similares a los de una enfermedad poco frecuente llamada enfermedad de Kawasaki y consisten en fiebre, dolor abdominal y erupción cutánea. La vacunación ayuda a proteger contra el desarrollo del síndrome inflamatorio multisistémico (MIS-C). Se ha descrito una complicación similar en adultos jóvenes y de mediana edad (síndrome inflamatorio multisistémico en adultos [MIS-A]).

En la mayoría de las personas, los síntomas se resuelven en una semana aproximadamente. Sin embargo, en algunas personas, los síntomas duran más tiempo, a veces con dificultad respiratoria, tos y fatiga extrema, y persisten durante semanas. La enfermedad prolongada parece ser más frecuente en aquellas personas que originalmente sufrían una enfermedad grave, pero incluso las personas con una enfermedad leve pueden presentar síntomas persistentes.

En el 25 al 50% de las personas con COVID-19, los síntomas duran meses. Esto se ha denominado de muchas maneras, incluyendo COVID de larga duración, COVID de larga distancia y síndrome o trastorno post-agudo de COVID-19.

Diagnóstico del COVID-19

  • Pruebas para identificar el virus

Los médicos sospechan COVID-19 en personas que tienen síntomas de la infección. Un contacto cercano reciente con alguien que sufre COVID-19 aumenta la probabilidad de infección. Las personas que sospechan que pueden sufrir COVID-19 deben llamar a su médico antes de someterse a pruebas y antes de acudir a una clínica, a fin de que se tomen las precauciones adecuadas.

Las siguientes personas deben someterse a pruebas para detectar el COVID-19 (véase también COVID-19 Testing [Pruebas para el COVID-19]):

  • A las personas con síntomas de COVID-19 se les recomienda aislamiento hasta que muestren resultados negativos

  • Las personas que han estado en contacto cercano con una persona infectada por COVID-19, pero no presentan síntomas, se hacen la prueba al menos 5 días después de la exposición; se recomienda el uso de una mascarilla hasta que muestren resultados negativos

  • Personas a las que se les solicitó la prueba debido a la escuela, el lugar de trabajo, el centro de atención médica o los requisitos gubernamentales

Las personas que participaron en actividades que los pusieron en mayor riesgo de contraer COVID-19, como asistir a grandes reuniones sociales o estar en ambientes cerrados llenos de gente sin un cubrebocas correcto y constante, también pueden querer hacerse la prueba.

Existen dos tipos de pruebas para diagnosticar la infección por COVID-19:

  • Pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (nucleic acid amplification tests, NAAT)

  • Pruebas de antígeno

Existen múltiples tipos de pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (nucleic acid amplification tests, NAAT) Las pruebas de RT-PCR (reacción en cadena de la transcriptasa inversa-polimerasa en tiempo real), a menudo denominadas simplemente pruebas de PCR, son el tipo de pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (nucleic acid amplification tests, NAAT) que tienen la mayor sensibilidad y especificidad, lo que significa que son más precisas y, por lo tanto, la prueba inicial preferida para detectar COVID-19. Se pueden realizar una prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés), en las secreciones respiratorias superiores e inferiores (muestras de frotis nasales u orales) para identificar el virus.

Las pruebas de antígenos se pueden realizar en el hogar o en un centro de atención médica, pero por lo general son menos precisas que las pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (nucleic acid amplification tests, NAAT), incluidas las pruebas de RT-PCR. (Véase también FDA: At-Home COVID-19 Antigen Tests-Take Steps to Reduce Your Risk of False Negative Results.) Por lo tanto, puede ser necesario confirmar algunos resultados de las pruebas de antígeno (por ejemplo, una prueba negativa en una persona con síntomas) con una RT-PCR u otra pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (nucleic acid amplification tests, NAAT). En muchos kits de pruebas de antígenos también se recomienda repetir la prueba durante varios días para aumentar la probabilidad de detectar una infección. Además, algunas pruebas pueden no detectar la variante Ómicron u otras variantes emergentes (véase FDA: SARS-CoV-2 Viral Mutations: Impact on COVID-19 Tests [Agencia Federal para Alimentos y Medicamentos, FDA por sus siglas en inglés: mutaciones víricas del SARS-CoV-2: impacto sobre los test del COVID-19]).

Otro tipo de prueba se denomina prueba de anticuerpos. Las pruebas de anticuerpos (también llamadas pruebas serológicas) no se utilizan para diagnosticar las infecciones actuales. Las pruebas de anticuerpos ayudan a determinar si la persona que se está haciendo la prueba estuvo infectada previamente, lo cual es importante para rastrear los casos y estudiar el virus.

Tratamiento de COVID-19

  • Medicamentos para aliviar la fiebre y los dolores musculares

  • A veces, para personas con enfermedad de leve a moderada con alto riesgo de enfermedad grave: combinación de nirmatrelvir/ritonavir; remdesivir (curso corto); molnupiravir

  • Para una enfermedad grave: remdesivir; dexametasona; inmunomoduladores

El tratamiento del COVID-19 depende de la gravedad de la enfermedad y de la probabilidad de que la persona desarrolle una enfermedad grave.

Para una enfermedad leve, a menudo es suficiente descansar en casa. Se puede tomar paracetamol (acetaminofeno) o un antiinflamatorio no esteroideo (AINE), como el ibuprofeno, para aliviar la fiebre y los dolores musculares. A pesar de las preocupaciones anecdóticas iniciales, no hay evidencia científica de que el uso de AINE empeore el COVID-19. Del mismo modo, no hay evidencia científica de que las personas con COVID-19 que toman los medicamentos para la presión arterial llamados inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA) o antagonistas de los receptores de la angiotensina (BRA) deban dejar de tomarlos.

Para la enfermedad más grave, algunas personas requieren hospitalización con un tratamiento que podría consistir en oxígeno complementario o ventilación mecánica.

Para las personas con enfermedad grave por COVID-19 o las personas con alto riesgo de progresión a enfermedad grave, se recomiendan algunos medicamentos y otras terapias. Por ejemplo, algunas terapias inmunomoduladoras (como tocilizumab, baricitinib o sarilumab) pueden utilizarse para la enfermedad grave. Este es un tema que evoluciona rápidamente (véase National Institutes of Health (NIH) COVID-19 Treatment Guidelines y Infectious Diseases Society of America (IDSA) Guidelines on the Treatment and Management of Patients with COVID-19).

El fármaco combinado nirmatrelvir y ritonavir es un fármaco antivírico que se toma por vía oral. Se puede utilizar para tratar la infección por COVID-19 de leve a moderada en algunos adultos y adolescentes que presentan un alto riesgo de progresión a COVID-19 grave, incluida la hospitalización o la muerte. No está autorizado para su uso durante más de 5 días consecutivos.

Algunas personas presentan reaparición de los síntomas después de usar nirmatrelvir/ritonavir, y las pruebas para el SARS-CoV-2 pueden volver a ser positivas, incluso en personas que no presentan reaparición de los síntomas. En la actualidad no se recomienda un tratamiento adicional, pero las personas afectadas deben aislarse si se producen síntomas de rebote o pruebas con resultado positivo. (Véase también CDC: COVID-19 Rebound After Paxlovid Treatment.)

El remdesivir (un fármaco antivírico) se utiliza para el tratamiento de determinadas personas con COVID-19. El remdesivir se administra por vía intravenosa. La duración recomendada del tratamiento es de 3-10 días. La combinación del remdesivir y el corticoesteroide dexametasona se usa comúnmente en personas hospitalizadas que necesitan oxígeno suplementario.

El molnupiravir es un fármaco antivírico que se toma por vía oral. Se puede utilizar para tratar la infección por COVID-19 de leve a moderada en adultos no hospitalizados que presentan un alto riesgo de progresión a COVID-19 grave, incluida la hospitalización o la muerte, y para quienes las opciones alternativas de tratamiento con COVID-19 no están disponibles o no son apropiadas. El molnupiravir no está autorizado para su uso durante más de 5 días consecutivos. No se recomienda su uso durante el embarazo.

Bamlanivimab/etesevimab, casirivimab/imdevimab, sotrovimab y bebtelovimab son terapias con anticuerpos monoclonales. No son eficaces contra la variante Ómicron. Por lo tanto, la Agencia Federal para Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) desaconsejó su uso en el tratamiento del COVID-19, porque Ómicron se ha convertido en la variante dominante en Estados Unidos.

Las siguientes terapias también NO se recomiendan para el tratamiento o la prevención de COVID-19:

  • Vilobelimab, un anticuerpo monoclonal (aún no recomendado en las directrices clínicas)

  • Plasma sanguíneo procedente de pacientes recuperados

  • Inmunoglobulina inespecífica (IgIV) y terapia con células madre mesenquimales

  • Terapias inmunomoduladoras adicionales, incluyendo interferones, inhibidores de la quinasa e inhibidores de la interleucina

  • Azitromicina y antirretrovirales

  • Lopinavir/ritonavir (un retroviral del VIH)

  • Cloroquina e hidroxicloroquina (medicamentos contra la malaria)

  • Ivermectina (un fármaco antiparasitario): la FDA y otras organizaciones han emitido advertencias sobre la toxicidad por el uso inadecuado de preparados de ivermectina destinados a animales grandes (véase FDA: Why You Should Not Use Ivermectin to Treat or Prevent COVID-19).

Prevención del COVID-19

Vacunación

La mejor manera de prevenir infecciones, enfermedades graves y la muerte por COVID-19 es estar al día con las vacunas contra el COVID-19. Las personas no vacunadas son más propensas a morir por COVID-19 que las personas vacunadas.

Para una explicación detallada de las vacunas aprobadas en Estados Unidos, véase Vacuna contra el COVID-19.

Seguir las recomendaciones para la vacunación es muy importante para la propia salud de la persona y para la salud de su familia y de los miembros de su comunidad. En la actualidad se utilizan múltiples vacunas contra el COVID-19 en todo el mundo (véase COVID-19 Vaccine Tracker).

Los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, por sus siglas en inglés) recomiendan que las personas de 6 meses o más reciban la vacuna actualizada contra la COVID-19 2023-2024 para proteger contra enfermedades graves debidas a la COVID-19. Las vacunas están fabricadas por Pfizer-BioNTech, Moderna o Novavax. Las vacunas actualizadas 2023-2024 se dirigen a la variante XBB.1.5 Omicron y reemplazan a las vacunas utilizadas anteriormente. Véase CDC: Stay Up to Date with COVID-19 Vaccines [Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC por sus siglas en inglés: Mantener actualizadas las vacunas contra la COVID-19] para obtener detalles sobre los fabricantes y el número de dosis recomendadas según la edad, el historial de vacunación previo y el estado de inmunocompromiso.

Uso de la mascarilla y otras medidas de rutina

Además de mantenerse al día de las vacunas contra COVID-19, las personas pueden evitar exponerse al virus lavándose las manos con frecuencia, usando mascarillas faciales, manteniéndose a 6 pies (unos 2 metros) de distancia de otras personas, evitando espacios mal ventilados y multitudes y tomando otras medidas recommended by the Centers for Disease Control and Prevention (CDC) (recomendadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC por sus siglas en inglés). Los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, por sus siglas en inglés) varían sus recomendaciones sobre las medidas de prevención en función del número de ingresos hospitalarios en una región (véase Niveles de la COVID-19 por condados). Los niveles pueden ser bajos, medios o altos.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) proporcionan la siguiente guía sobre el uso de una mascarilla facial que se ajuste bien y cubra tanto la boca como la nariz:

  • Todas las personas, independientemente del estado de vacunación, deben usar una mascarilla cuando se encuentren en lugares públicos cerrados en áreas con un alto número de casos de COVID-19.

  • Las personas que corren un mayor riesgo de enfermedad grave o que viven o pasan tiempo con alguien de mayor riesgo deben usar una mascarilla en las zonas donde el nivel de ingreso hospitalario por COVID-19 es medio o alto.

  • Todos deben usar una mascarilla cuando están enfermos y cerca de otras personas.

  • Toda persona que cuide de alguien que tiene COVID-19.

  • Considere la posibilidad de usar una mascarilla cuando viaje en transporte público (por ejemplo, aviones, autobuses, trenes) y mientras esté en el interior de los centros de transporte (por ejemplo, aeropuertos, estaciones de tren), con independencia del nivel de ingreso hospitalario por COVID-19.

Además de seguir las recomendaciones de los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, por sus siglas en inglés), es posible que se requiera el uso de mascarilla según las leyes, regulaciones o normas locales o bien las directrices comerciales o laborales, que pueden variar en función del estado de la vacunación. Las personas que corren un mayor riesgo de enfermedad grave o que tienen a alguien en su hogar con un mayor riesgo pueden optar por usar una mascarilla independientemente de cualquier requisito o del nivel de ingreso hospitalario por COVID-19. Las personas con mayor riesgo de enfermedad grave son las que no están vacunadas, las que tienen el sistema inmunológico debilitado, las que sufren una afección médica subyacente, las que están embarazadas o han estado embarazadas recientemente y las personas mayores de 65 años (Different Groups of People at Increased Risk for Severe Illness [Distintos grupos de personas con un mayor riesgo de enfermedad grave]). Los diferentes tipos de mascarillas proporcionan a su vez diferentes niveles de protección, incluyendo (en orden creciente de protección): mascarillas de tela multicapa; mascarillas quirúrgicas multicapa y mascarillas K95; y mascarillas N95 (véase CDC: Types of Masks and Respirators [CDC, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades: Tipos de mascarillas y respiradores]).

Además de estar al día con las vacunas y usar una mascarilla, los CDC recomiendan los pasos siguientes para ayudar a prevenir la propagación de la COVID-19, independientemente del nivel de ingreso hospitalario por COVID-19:

  • Hágase la prueba si tiene síntomas de COVID-19

  • Si usted corre un mayor riesgo de enfermar gravemente por COVID-19, evite los lugares abarrotados y los espacios cerrados que no reciban aire fresco del exterior

  • Mantenga una buena distancia social (cerca de unos 2 metros) de otras personas, especialmente si existe un mayor riesgo de enfermar gravemente por COVID-19

  • Si es posible, mantenga una distancia de unos 2 metros entre una persona que está enferma por COVID-19 y otros miembros del hogar

  • Lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente después de ir al baño, antes de comer y después de sonarse la nariz, toser o estornudar

  • Si no se dispone de agua y jabón, usar un desinfectante de manos a base de alcohol con al menos 60% de alcohol

  • Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca con las manos sin lavar

  • Quedarse en casa cuando esté enfermo

  • Cubrirse la boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar y luego tirar el pañuelo a la basura

  • Limpiar y desinfectar objetos y superficies que se tocan con frecuencia usando un aerosol de limpieza doméstico normal

  • Controlar la salud en busca de posibles síntomas y tomar la temperatura si aparecen

Los CDC (Centros para el Control y la Prevención de enfermedades, por sus siglas en inglés) advierten de que los viajes aumentan la posibilidad de contraer y contagiar la COVID-19; para obtener información actualizada, véase CDC: Coronavirus Disease Information for Travel (CDC; Información sobre la enfermedad por coronavirus para el viajero).

Medidas para las personas expuestas o infectadas

Las personas que no presentan síntomas pero han estado expuestas (en contacto cercano) a una persona infectada por COVID-19 deben hacerse la prueba al menos 5 días después de la exposición (o antes si aparecen síntomas). Las personas expuestas deben usar una mascarilla facial cuando estén cerca de otras personas hasta recibir resultados negativos de la prueba. Véase CDC: What to Do If You Were Exposed to COVID-19 (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC por sus siglas en inglés: qué hacer si se ha estado expuesto al COVID-19) para obtener información adicional sobre el uso de mascarilla y las pruebas después de la exposición.

A las personas infectadas por COVID-19 se les recomiendan medidas de aislamiento y precaución en un intento de limitar la propagación de la infección por SARS-CoV-2 (véase CDC: Isolation and Precautions for People with COVID-19 [Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC por sus siglas en inglés: Aislamiento y Precauciones para las personas con COVID-19]). El aislamiento separa a las personas con COVID-19 confirmado o sospechoso de aquellas sin COVID-19. Con independencia del estado de vacunación, las personas con síntomas de COVID-19 y/o con una prueba de COVID-19 positiva deben aislarse durante al menos 5 días completos. Las personas que están aisladas deben quedarse en casa y separadas de los demás, o usar una mascarilla que se ajuste bien cuando necesiten estar cerca de otras personas en el hogar. Durante 5 días adicionales, deben usar una mascarilla cuando estén cerca de otras personas, tanto en público como en casa.

Más información

Los siguientes son recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.

  1. CDC: Vaccines for COVID-19

  2. CDC: How COVID-19 Spreads

  3. CDC: COVID-19 and Travel

  4. CDC: Isolation and Precautions for People with COVID-19

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