Muy pocos programas de seguros médicos privados prestan servicios de atención domiciliaria crónica o internación crónica en hogares de ancianos. Sin embargo, algunos seguros privados ofrecen una cobertura separada para la atención crónica. Estos planes son útiles para personas que desean conservar sus posesiones y que pueden pagar las primas hasta que requieran la atención, posiblemente durante un período prolongado. Este seguro no se recomienda para personas con escasas posesiones y puede no resultar beneficioso para individuos que cuentan con fondos para abonar fácilmente la atención crónica.
El paciente suele comenzar a obtener beneficios cuando ya no puede realizar un cierto número de actividades de la vida cotidiana (AVC).
Algunos planes, denominados fiscalmente deducibles, ofrecen ventajas para el pago de impuestos (p. ej., deducción de primas de ingresos como gastos médicos).
Para todos los servicios de atención prolongada proporcionados en los Estados Unidos, la mayoría de los gastos están a cargo de Medicaid y otras instituciones públicas y los seguros privados solo cubren el 9% de los servicios crónicos y los pacientes abonan el 22% de los gastos extraordinarios. Una gran proporción de los gastos extraordinarios se produce cuando el paciente anciano aplica para ingresar en Medicaid.