(Véase también Introducción a la dermatitis.)
Algunos medicamentos (en especial las penicilinas, las sulfamidas, la isoniazida, la fenitoína y los barbitúricos) pueden causar esta enfermedad. En ciertos casos, se trata de una complicación de otras enfermedades de la piel, como la dermatitis atópica, la psoriasis y la dermatitis de contacto. Determinados linfomas (cánceres de los ganglios linfáticos) y otros cánceres, como la leucemia, también pueden causar dermatitis exfoliativa. La causa es desconocida hasta en el 25% de los casos.
Síntomas
La dermatitis exfoliativa puede desarrollarse de manera rápida o lenta. Al principio toda la superficie de la piel se enrojece y brilla. Luego la piel se vuelve escamosa, gruesa y, en ocasiones, costrosa. La capa superior de la piel, la epidermis, se desprende en zonas grandes a lo largo del cuerpo. A veces se caen el cabello y las uñas. Algunas personas sienten prurito y tienen los ganglios linfáticos inflamados.
Aunque muchas presentan fiebre, pueden sentir frío y tener escalofríos porque pierden mucho calor por la piel lesionada. También se pierden grandes cantidades de líquido, electrólitos (como sodio, potasio y calcio), hierro y proteínas. La piel lesionada es una mala barrera contra las infecciones, por lo que las bacterias pueden infectarla.
Diagnóstico
Los médicos basan el diagnóstico de la dermatitis exfoliativa en la historia clínica de la persona y en los resultados de la exploración física.
Si los síntomas de la dermatitis exfoliativa son similares a los de un linfoma cutáneo (micosis fungoide), se envían muestras de piel al laboratorio para descartar que la causa sea un linfoma.
Pronóstico
Tratamiento
El diagnóstico precoz y el tratamiento de apoyo de la dermatitis exfoliante son importantes para evitar que se produzca infección en la piel afectada e impedir que la pérdida de líquido y proteínas sea potencialmente mortal.
Las personas con dermatitis exfoliativa grave suelen necesitar hospitalización y administración de antibióticos (para la infección), líquidos y sales (para reemplazar los líquidos perdidos por la piel) por vía intravenosa y suplementos nutricionales. Los cuidados incluyen medicación y mantas calientes para controlar la temperatura corporal. Los baños fríos de avena seguidos de la aplicación de vaselina y gasas contribuyen a proteger la piel. Los corticoesteroides (como la prednisona), administrados por vía oral o intravenosa, solo se usan cuando otras medidas no han surtido efecto o si empeora la enfermedad.
Hay que interrumpir o evitar cualquier fármaco o sustancia química que pudiera estar causando la dermatitis exfoliativa. Si la causa de la dermatitis exfoliativa es un linfoma, su tratamiento mejorará la afección de la piel.