(Véase también Introducción al cáncer de piel.)
La enfermedad de Bowen ocurre más comúnmente en las áreas de la piel expuestas al sol, pero puede aparecer en cualquier lugar.
Puede haber muchos carcinomas o solo unos pocos. La piel afectada es plana, de color marrón rojizo, y presenta descamación o costras. En ocasiones puede tener el aspecto de una placa de psoriasis, o un área de dermatitis o de infección por hongos (llamada tiña o dermatofitosis).
La biopsia es el procedimiento estándar para confirmar el diagnóstico de enfermedad de Bowen. Durante este procedimiento, los médicos extraen una parte del tumor y lo examinan al microscopio.
Los médicos pueden extirpar el cáncer en la consulta raspándolo y quemándolo con una aguja eléctrica (un procedimiento llamado curetaje y electrodesecación) o cortándolo para extraerlo. Los médicos pueden destruir el cáncer mediante el uso de frío extremo (criocirugía), electrocauterización o mediante la aplicación de un fármaco antineoplásico (quimioterapéutico) a la piel.
Los carcinomas de células escamosas parecen estar relacionados con la exposición a los rayos UV, por tanto los médicos recomiendan una serie de medidas para limitar la exposición a los rayos UV desde la primera infancia:
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Evitar el sol: por ejemplo, buscando la sombra, minimizando las actividades al aire libre entre las 10:00 A.M y las 4:00 P.M (cuando los rayos del sol son más fuertes), y evitando tomar el sol y el uso de cabinas de bronceado
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Vestir ropa protectora: por ejemplo, camisas de manga larga, pantalones y sombreros de ala ancha
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Utilizar protector solar: al menos con factor de protección solar (SPF) 30 con protección UVA y UVB y siguiendo las indicaciones (repitiendo la aplicación cada 2 horas y después de nadar o sudar). No obstante, no debe prolongarse la exposición al sol por el hecho de utilizarlo