Continuidad de la atención sanitaria

PorDebra Bakerjian, PhD, APRN, University of California Davis
Revisado/Modificado oct. 2022
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Proporcionar atención sanitaria a las personas de edad avanzada puede ser complicado. Dichas personas suelen tener muchos médicos diferentes en distintos lugares, y las dificultades de desplazamiento y transporte se vuelven cada vez más difíciles a medida que las personas envejecen. Los medicamentos que están cubiertos por el plan de fármacos de prescripción de Medicare varían en función de la compañía de seguros y cambian con frecuencia. La asistencia por parte de un equipo de profesionales de la salud, bajo la dirección de un médico de atención primaria o de un médico especializado en la atención a las personas de edad avanzada (geriatra), es la mejor manera de enfrentar tal complejidad.

Lo ideal es que exista una continuidad en la atención sanitaria, de manera que se proporcione atención médica a la persona de forma coordinada y sin interrupciones, a pesar de la complejidad del sistema sanitario y de la participación de diferentes profesionales de distintos ámbitos de sanidad. Además, de este modo todas las personas involucradas en el cuidado de la salud, incluida la persona que recibe la atención, se comunican y trabajan entre sí para coordinar la atención sanitaria y establecer metas para el cuidado de la misma.

Sin embargo, la continuidad en la atención sanitaria no es siempre fácil de lograr, especialmente en los lugares donde el sistema de atención sanitaria es complicado y está muy segmentado. Cuando la continuidad en la atención sanitaria falla, las personas no entienden correctamente sus alteraciones de salud, ni saben con cuál de los profesionales deben hablar cuando tienen problemas o preguntas.

Desafíos para la continuidad de la atención

La continuidad de la atención sanitaria es una preocupación que afecta particularmente a las personas de edad avanzada. Dichas personas suelen tener varios profesionales de la salud (cada uno especializado en un sistema orgánico o problema) y por lo tanto deben trasladarse de un centro de cuidados a otro (a este proceso se le llama transición de cuidados). Estas personas pueden recibir atención médica en distintos consultorios médicos privados, en un hospital, en un centro de rehabilitación y/o en uno de cuidados a largo plazo.

Estrategias para mejorar la continuidad de la atención médica

Mejorar la continuidad en la atención sanitaria requiere esfuerzos por parte del sistema sanitario, de las personas que reciben los cuidados y de sus familiares.

El sistema de atención médica

Las instituciones de atención médica dirigida y algunos programas del gobierno para la asistencia sanitaria coordinan toda la atención médica, y así contribuyen a la continuidad de los cuidados. Además, el sistema de atención médica ha desarrollado varias estrategias para mejorar dicha continuidad. Algunos ejemplos son

  • Cuidados interdisciplinarios

  • Responsables de la atención geriátrica (también llamados gerentes de prestaciones médicas en algunos países)

  • Historia clínica digital

Personas que son objeto de atención

Las personas de edad avanzada y sus cuidadores (ya sean miembros de la familia, personas ajenas a la familia o ambos) pueden desempeñar un papel activo para ayudar a mejorar la continuidad de su cuidado. Por ejemplo, pueden aprender más sobre lo que puede interferir con la continuidad, cómo funciona el sistema sanitario y qué recursos (por ejemplo, los responsables de la atención geriátrica o trabajadores sociales) están disponibles para mejorar la continuidad de la atención sanitaria. Estar familiarizado con sus trastornos y los detalles de su plan de seguro de salud también pueden ayudar.

La participación activa se inicia con la comunicación; dando y recibiendo información. Cuando las personas de edad avanzada requieren cuidados especiales o tienen alguna duda deben comunicarlo, ellas o sus familiares, a los profesionales de la salud. Por ejemplo, algunas personas de edad avanzada necesitan ayuda para entender qué fármacos están cubiertos por su plan de prescripción de medicamentos de Medicare (en Estados Unidos).

Las personas que reciben los cuidados o sus familiares deben desempeñar un papel proactivo en la atención recibida. Por ejemplo, las personas de edad avanzada o sus cuidadores deben establecer una relación permanente con al menos un profesional sanitario, por lo general el profesional de atención primaria, para reducir al mínimo los problemas generados por el hecho de ser atendidos por varios médicos. Las personas de edad avanzada deben asegurarse de que el profesional de cabecera conozca los cambios en su enfermedad y en sus medicamentos, sobre todo cuando un especialista ha hecho un diagnóstico nuevo o ha modificado un régimen de tratamiento. Es posible que tengan que pedir a un profesional sanitario que llame a otro y hable con él para asegurarse de que la información se comunica de forma clara y de que el tratamiento es el adecuado.

Participar activamente significa preguntar sobre un trastorno, un tratamiento u otros aspectos de los cuidados. También consiste en aprender cómo prevenir los trastornos y tomar las medidas apropiadas para lograrlo.

Para las personas afectadas por un trastorno, la participación activa suele implicar llevar un estilo de vida saludable. Por ejemplo, las personas con hipertensión arterial pueden seguir una dieta cardiosaludable y realizar ejercicio físico de forma regular. Las personas afectadas también pueden controlar su estado de salud desde su domicilio. Por ejemplo, una persona con hipertensión puede medir regularmente su presión arterial, y una persona diabética puede medir su nivel de azúcar en sangre.

Guardar una copia de la documentación médica contribuye a participar en sus propios cuidados médicos. A menudo pueden conseguir una copia del informe de su profesional de atención primaria. Guardar una copia del informe médico es eficaz como referencia informativa sobre los trastornos actuales, los fármacos utilizados, las pruebas y los tratamientos realizados, además de los pagos efectuados. Esta información también es útil cuando es necesario explicar un problema a otros profesionales de la salud. Se han diseñado ficheros, carpetas, programas informáticos y programas de internet con esa finalidad. Además, muchos consultorios médicos proporcionan portales seguros y en línea a los que las personas pueden acceder para ver sus resultados de laboratorio, la información sobre las recetas y los resúmenes de las visitas al consultorio.

Cuando se requiere más de un profesional de la salud, las personas pueden mantener sus propios registros de la atención recibida, incluyendo el tipo y la fecha de los exámenes médicos y procedimientos, y una lista de sus diagnósticos. Como mínimo, las personas deben llevar un registro de todos los medicamentos (de prescripción y de venta libre) que están tomando, además de las dosis y la razón por la que los toman. Deben llevar este registro con ellos cada vez que visiten a un médico.

Cuando una persona va al hospital o visita a un nuevo profesional de la salud, debe asegurarse de que se haya recibido la documentación médica.

Es importante, además, adquirir todos los fármacos (de prescripción y de venta libre) en una misma farmacia, o de un solo proveedor de correo, y conocer al farmacéutico. Las personas de edad avanzada pueden pedir información a su farmacéutico acerca de los fármacos que están tomando, y pedirle envases fáciles de abrir y etiquetas fáciles de leer.

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