El dolor de oído se produce generalmente en un solo lado. Algunas personas también presentan supuración del oído o, en raras ocasiones, pérdida de la audición.
Algunas personas padecen hemorragias nasales con bastante frecuencia, mientras que otras rara vez las presentan. Puede haber tan solo un hilo de sangre o una hemorragia intensa. Si el paciente traga la sangre, a menudo vomita ya que la sangre es irritante para el estómago. La sangre que se haya tragado puede pasar a través del tracto digestivo y aparecer en las heces, cuya apariencia es la de heces negras alquitranadas.
En todo el mundo, aproximadamente 500 millones de personas (casi el 8% de la población mundial) sufren pérdida auditiva. Más del 15% de la población de Estados Unidos sufre cierto grado de pérdida de audición que afecta a su comunicación diaria, por lo que se convierte en el trastorno sensorial más frecuente, y su incidencia aumenta con la edad. Aunque menos del 2% de los niños menores de 18 años sufren una pérdida de audición permanente si ocurre durante la lactancia y la primera infancia puede ser perjudicial para el lenguaje y el desarrollo social. Más de un tercio de las personas mayores de 65 años y más de la mitad de las mayores de 75 años se ven afectadas.
La laringe contiene las cuerdas vocales. Los trastornos laríngeos pueden ser consecuencia de un esfuerzo o lesión de las cuerdas vocales o de una infección vírica.
El oído medio está formado por el tímpano (membrana timpánica) y una cámara llena de aire que contiene una cadena de tres huesos (huesecillos) que conectan el tímpano con el oído interno (véase Oído medio). El oído medio amplifica el sonido, mientras que el oído interno transforma las ondas sonoras mecánicas en una señal eléctrica que se envía al cerebro a través del nervio auditivo (nervio vestibulococlear o auditivo).
Las adenoides (vegetaciones) agrandadas e inflamadas, comunes entre los niños, pueden dificultar la respiración y provocar trastornos del sueño e infecciones recurrentes del oído.
Los tumores malignos de la boca, la nariz y la faringe (garganta) se producen en casi 65 000 personas cada año en Estados Unidos. Estos tipos de cáncer son más frecuentes entre los hombres porque los fumadores varones continúan superando en número a las mujeres que fuman y porque la infección por el virus del papiloma humano (VPH) es más frecuente en varones. Las personas más afectadas se sitúan entre los 50 y los 70 años. Sin embargo, los cánceres causados por el virus del papiloma humano (VPH), que son principalmente cánceres orofaríngeos, aparecen con mayor frecuencia en personas más jóvenes.
La parte superior de la nariz está formada por hueso en su mayor parte, y la parte inferior está soportada por cartílago. En el interior de la nariz hay una cavidad hueca (cavidad nasal) dividida en dos conductos por una delgada lámina de cartílago y hueso denominada tabique nasal. Los huesos de la cara contienen los senos paranasales, unos espacios huecos que se abren en la cavidad nasal (véase Nariz y senos paranasales).