El anillo esofágico inferior produce un estrechamiento de la parte inferior del esófago y en la mayoría de los casos se trata, probablemente, de una anomalía de nacimiento (congénita).
El esófago es el tubo hueco que comunica la garganta (faringe) con el estómago. (Véase también Introducción a las obstrucciones del esófago.)
Algunos anillos esofágicos inferiores pueden estar causados por la inflamación del esófago debida al reflujo ácido o por píldoras que no se ingieren por completo (esofagitis erosiva).
Normalmente, la porción inferior del esófago tiene un diámetro de 2 cm. No obstante, puede reducirse a 1,25 cm o menos a causa de la presencia de un anillo de tejido tenso, que puede producir dificultad para tragar sólidos. Aunque este síntoma puede empezar a manifestarse a cualquier edad, generalmente no suele aparecer hasta después de los 25 años. La dificultad para tragar (disfagia) es intermitente y se agrava en especial al comer carne o pan.
A menudo, el anillo se detecta cuando los médicos miran desde la zona superior del esófago con un tubo flexible (endoscopia) para determinar las razones por las que la persona está teniendo dificultad para tragar. Las radiografías con ingestión de bario (papilla baritada) también muestran el anillo. En esta prueba, se administra a la persona bario mezclado con un líquido antes de la radiografía. El bario perfila el esófago y facilita así la identificación de las anomalías.
Los síntomas normalmente se evitan con una masticación concienzuda de los alimentos, seguida de la ingestión de sorbos de agua. El médico puede resolver el estrechamiento introduciendo en el esófago, a través de la boca y la garganta, un endoscopio o bien puede utilizar un instrumento de punta roma (sonda esofágica) para ensanchar el paso. En algunos casos, el médico ensancha la estenosis provocada por el anillo mediante una intervención quirúrgica.
